Los lobos matan 800 animales en Cantabria, según los ganaderos
Los lobos acosan desde hace meses con tal fiereza al ganado que los vecinos de Bejes (Cantabria), a 114 kilómetros de Santander, calculan en 800 ovejas y cabras las pérdidas registradas. En los bosques de roble y haya pueden verse muchos de sus restos con las dentelladas de los cánidos salvajes. Numerosos animales prefirieron, aterrados, arrojarse al vacío y despeñarse tras el primer ataque. Por lo menos, media docena de lobos se han asentado en la comarca ante la desesperación de los ganaderos, que amenazan como represalia con impedir el paso de los guardas forestales al Parque Nacional de los Picos de Europa y que reclaman con insistencia el pago de las correspondientes indemnizaciones económicas, que siempre tardan en llegar. Hace 12 años que estos pueblos altos de Cantabria se comprometieron a desarrollar un plan de gestión para evitar la persecución incontrolada de los lobos. Por entonces, hasta la guardería participaba en su caza y muerte mientras los ecologistas denunciaban un "exterminio deliberado" de la especie y el Gobierno autónomo era denunciado ante la Unión Europea.
La Consejería de Medio Ambiente cántabra, sin descartar la gravedad del problema, echa las cuentas y sólo le salen 411 animales muertos.
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