Las ONG asistirán a los inmigrantes que el Insalud excluya por no estar empadronados
Los dispensarios médicos para inmigrantes irregulares regentados por ONG seguirán desempeñando su tarea a pesar de que la nueva Ley de Extranjería, en vigor desde el 1 de febrero, ofrece por primera vez cobertura sanitaria pública a los sin papeles, siempre que se empadronen donde vivan. Cruz Roja, Médicos del Mundo o Karibú creen que su labor sigue teniendo sentido, "porque no todos los irregulares podrán cumplir el requisito de empadronarse", dicen. "Nos gustaría dejar de ser necesarios, pero seguirán existiendo inmigrantes sin acceso al Insalud", añaden.
La asociación Karibú asistió el año pasado a 3.500 inmigrantes sin cartilla sanitaria (el 90%, africanos). Su responsable, Antonio Díaz Freijoo, duda de que con la entrada en vigor de la nueva ley se vayan a quedar sin pacientes. "Entre los inmigrantes africanos que acuden a nosotros hay muchos indocumentados que no pueden empadronarse y que, por tanto, no podrán acudir a los centros del Insalud salvo a las urgencias", asegura."Proceden de países como Costa de Marfil o Liberia", añaden, "que sufren fuertes conflictos, y salen de allí en barcos como polizones o pagando una cantidad de dinero, pero sin pasaporte ni visado. A menudo, sus embajadas en España les exigen cantidades elevadas de dinero para documentarles y, como no tienen, siguen sin papeles", añade.
Díaz Freijoo explica que desde la asociación se animará a empadronarse a todos los usuarios que puedan hacerlo para que así puedan acceder a la red sanitaria normalizada. "Así lo hemos hecho con los niños y las embarazadas desde que el pasado verano el Insalud comenzase a facilitarles cartillas sanitarias. Aunque la aplicación de las nuevas leyes no es inmediata", matiza. Karibú ha cerrado ya su servicios de pediatría y neonatología, pues la red pública presta ya ese servicio a los sin papeles. El dispensario, ubicado en un local parroquial de Santa Engracia, Chamberí, está atendido por medio centenar de enfermeros y médicos voluntarios.
Javier Pretel, director de proyectos en Médicos del Mundo, explica que esta ONG mantendrá el consultorio para inmigrantes que regenta en la calle de Aguileñas (Tetuán), hasta ver cómo se desarrolla y se aplica la actual Ley de Extranjería. "Nos gustaría quedarnos sin pacientes porque eso supondría que todos estarían atendidos por la sanidad pública, que es a quien corresponde esa tarea, como venimos denunciando desde hace años", afirma. "Si así fuera, mantendríamos los proyectos de prevención y promoción de la salud que ahora desarrollamos", apostilla.
En 1999, por el local de Médicos del Mundo pasaron 3.200 inmigrantes, el 85% de ellos entre los 25 y los 35 años. La mayoría acudieron por problemas respiratorios o del aparato locomotor (dolores de espalda) que pueden estar relacionados con sus duras condiciones de vida y de trabajo. Un 10%, casi todas mujeres, sufrían también depresiones agudas. Ecuador, Colombia y Marruecos son los principales países de origen de estos pacientes. Para atender este dispositivo se turnan medio centenar de médicos y 20 enfermeras.
Cruz Roja también dispone de un consultorio médico para inmigrantes sin papeles y para solicitantes de asilo y refugio en Cuatro Caminos. El año pasado recurrieron a él 2.714 peticionarios de asilo y 2.700 inmigrantes. Joaquín Pérez, director de servicios de esta entidad, considera que el cierre de este dispensario por falta de pacientes "sería una gran noticia". "Pero nos tememos que va aseguir existiendo una bolsa de inmigrantes que no estén empadronados", afirma.
"Desde Cruz Roja estamos intentando potenciar el empadronamiento entre los inmigrantes. De hecho, hay un buen número de usuarios de nuestro albergue de San Blas que se han empadronado en él ofreciendo su dirección como domicilio", añade.
El principal requisito que debe de cumplir un inmigrante irregular para obtener la cartilla sanitaria es empadronarse. Para ello, debe de acudir al Ayuntamiento o a la Junta Municipal del distrito donde resida. Allí tiene que rellenar la hoja padronal, adjuntar un documento de identidad (DNI, pasaporte, permiso de residencia, documento de refugiado) y presentar cualquier documento que acredite el uso de una vivienda de la localidad, por ejemplo, el contrato de alquiler o un recibo de agua, luz o gas siempre que esté a su nombre. Si su nombre no figura en el contrato del piso o en un recibo necesita una autorización del dueño de la vivienda, del titular del alquiler o, si reside en un albergue, de esa institución.
Con el certificado de empadronamiento, la documentación y una declaración de insolvencia económica puede solicitar la cartilla sanitaria en el centro de salud más cercano. El Insalud calcula que en Madrid, a partir de la nueva disposición legal, se van a conceder unas 30.000 tarjetas. En el momento en que el inmigrante irregular pasa a obtener el permiso de trabajo y residencia comienzar.
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