Alemania levanta la prohibición al paso de residuos radiactivos
El transporte de residuos radiactivos, prohibido en Alemania desde mayo de 1998, volverá a autorizarse a partir del próximo mes de agosto dentro del territorio germano, según anunció ayer la Agencia Federal de Protección contra la Radiactividad. La organización ecologista Greenpeace calificó de "irresponsable" la decisión del Gobierno alemán, formado por una coalición entre socialdemócratas y verdes.El responsable de la citada agencia, Wolfgang König, afirmó que el Ejecutivo ha autorizado, a partir de agosto, cinco embarques por vía férrea de residuos radiactivos procedentes de tres de las 19 centrales nucleares alemanas, informa Reuters.
El destino de los desechos será el almacén de Ahrus, al oeste de Alemania. Un portavoz de ese centro aseguró que no podrán acogerlos antes de agosto. Por otra parte, las autoridades alemanas aún no han autorizado el transporte de los residuos fuera de su territorio, a las plantas de reciclamiento de Francia y el Reino Unido. El responsable de la agencia de protección afirmó que se han reforzado las medidas de seguridad necesarias para el transporte de los residuos. Esos viajes por vía férrea, muy criticados por los ecologistas, se interrumpieron hace dos años, tras descubrirse que se incumplían las medidas de seguridad, hasta el punto de que se registraron pequeñas fugas radiactivas.
Pese a la decisión gubernamental, los responsables de las centrales nucleares no las tienen todas consigo: los Estados federados (länder) pueden impedir el paso de los residuos por sus territorios. Así lo destacó el responsable de una de las tres centrales autorizadas a aliviar sus depósitos. Asimismo, el ministro alemán de Medio Ambiente, el ecologista Jürgen Trittin, subrayó que no contaba con una reanudación de los transportes de material radiactivo antes de otoño.
Las plantas nucleares
El anuncio de la reanudación del transporte de residuos radiactivos no es ajeno al intento del Gobierno alemán de pactar la desaparición progresiva de las plantas nucleares. Las negociaciones con las empresas eléctricas se retomarán la próxima semana. De ahí que el fin del veto se interprete como un gesto de buena voluntad del Ejecutivo hacia las compañías. Sin embargo, puede levantar una oleada de protestas. Antes de la prohibición, los viajes de los trenes con residuos provocaban continuos altercados con los ecologistas, que intentaban detener los convoyes.
Berlín ha propuesto escalonar el abandono de la energía nuclear (cubre el 36% de las necesidades energéticas alemanas) en un máximo de 25 años. Las compañías piden un plazo de 40 años de explotación antes del cierre. Los verdes apoyaron a los socialdemócratas en 1998 a cambio de que se procediese a abandonar la energía nuclear.
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