Un país pequeño y poco discreto

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, suele decir: "Somos un país pequeño, hay que hacer las cosas con discreción y utilizar el Concierto de forma inteligente". Sus palabras reflejan un deseo que no suele ir acompañado por la realidad. Durante los últimos años los responsables de las haciendas forales gustaban manifestar a bombo y platillo la diferencia de Euskadi con el resto de España. De hecho, la falsa publicidad incitada por las propias haciendas es la que ha fulminado la buena reputación del Concierto Económico. Los tribunales se han visto obligados a tratar algo que nunca debió salir del terreno de la política. La judicialización ha sido tan negativa que los conflictos han rebasado los límites nacionales para llegar hasta las instituciones europeas. Por una lado, la Comisión Europea tiene abierto un expediente general sobre los incentivos fiscales. Por otra parte, el Tribunal de las Comunidades Europeas se ha quedado a las puertas de dictar una sentencia que bien podía haber sido contraria a los intereses de las administraciones vascas y de la propia Administración española.

En cualquier caso, los expertos no están muy de acuerdo con los políticos sobre la eficacia real que han podido tener los incentivos, ni por el ruido y su peligrosa publicidad, ni por el efecto atracción de empresas. "Hay que actuar calladamente. No se puede primero jugar al victimismo y luego asustarse y retroceder", señala un experto que prefiere mantenerse en el anonimato y que añade: "Mirando los incentivos con perspectiva ha sido una pésima operación y un flaco favor al Concierto".

En todo caso, los expertos esperan que el acuerdo sirva para que el Gobierno español presione a la Comisión Europea para que el expediente general sea retirado.