El ministro del Interior británico anticipa que no ordenará un segundo examen médico
Jack Straw ha anticipado en una carta enviada ayer su respuesta a la petición del juez Garzón y las organizaciones de derechos humanos de realizar un segundo examen médico al general Pinochet: "No". Según dice la carta del Home Office, "el ministro no tiene poder para indicar al senador Pinochet que se someta a tales exámenes, ni cree que dicha revisión sea necesaria para habilitarle a cumplir sus obligaciones definidas en la ley de Extradición". El Home Office da a entender que el objetivo principal del examen realizado por cuatro médicos el 5 de enero era determinar si el ex dictador está gagá.
Hasta el momento, Jack Straw había anunciado a la Cámara de los Comunes, el pasado miércoles 13 de enero, que el general Pinochet sufría, de hecho, una senilidad sobrevenida. En una de las cartas enviadas por el departamento de Extradición del Reino Unido a uno de los participantes en el procedimiento de extradición, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, se explica con mayor detalle el proceso de revisión."El informe de los exámenes médicos del senador Pinochet fueron orientados a los asuntos mencionados ", se explica en la citada carta. Continúa el escrito: "Sin que ello signifique intentar limitar la amplitud de la tarea encomendada, el ministro del Interior estaría agradecido en particular si es asesorado, desde su punto de vista, sobre si existen aspectos del estado de salud del senador Pinochet que, por separado o en conjunto, sugirieran que no está en estos momentos capacitado, o es probable que llegue a estarlo, para someterse a un juicio en España". Agrega la carta del Ministerio del Interior que el ministro pidió a los médicos lo siguiente: "En este contexto, el senador está particularmente en condiciones de poder comprender una serie de preguntas, recordar hechos, algunos de los cuales tuvieron lugar tan lejos en el tiempo como en los años setenta, y de aportar pruebas coherentes. El juicio debe ser previsto para tener lugar en un plazo que va de los 18 meses a los tres años".
Straw defiende que el informe es confidencial y explica que Pinochet puso ciertas condiciones antes de aceptar someterse a los exámenes. "El informe contiene -dice la carta- información detallada sobre la historia clínica del senador Pinochet y de los exámenes a los que se sometió, lo que es confidencial. El ministro no tiene la libertad para revelarlo, porque el senador Pinochet admitió los exámenes sobre la base expresa de que el informe médico fuera usado sólo para que el ministro Straw pudiera cumplir su función asignada en la ley de Extradición y para que el Director de la Fiscalía Pública y el Abogado del Estado pudiesen cumplir sus funciones en relación con cualquier posible persecución penal en el Reino Unido. Sujeto a un superior interés público, el ministro Straw está obligado a respetar esas condiciones".
El conocimiento del informe médico, ¿puede ser considerado interés público prevalente? Según dice la carta del Home Office, no. "El ministro Straw estima que el interés público relevante es el correcto cumplimiento de las funciones de los tres funcionarios y que su puesta en conocimiento por parte de las personas autorizadas por Pinochet es suficiente para alcanzar dicho propósito. El ministro ha declarado que prefería revelar el informe, como muestra de cortesía y con atención a su posterior difusión, a las autoridades relevantes del Reino de España y los otros tres Estados que han solicitado la extradición. El senador Pinochet rechazó dar permiso para ello".
Straw, según la carta citada, asegura que no puede ordenar un nuevo examen de salud de Pinochet. Según se explica, los criterios a tener en cuenta en cualquier nuevo examen serían los mismos que en el ya realizado. "Si lo que se propone es un examen sobre los mismos criterios por expertos distintos, nombrados por los Estados que han solicitado la extradición y otras partes interesadas, ello tendría valor si se volviese a revisar a Pinochet. El ministro no tiene poder para indicar al senador Pinochet que se someta a dichos exámenes. Ni tiene razón para creer que una nueva revisión es necesaria para poder cumplir correctamente con sus obligaciones en la ley de Extradición".
Las respuestas del Home Office, pues, pueden considerarse, potencialmente, como los elementos que va a incluir el ministro del Interior británico en su próxima decisión oficial, en el sentido de denegar la extradición de Pinochet a España, Francia, Bélgica y Suiza.
El hecho de que, al mismo tiempo, el director de la Fiscalía Pública británica y el Abogado del Estado, dependiente del Fiscal General, ya hayan tenido tiempo para estudiar el informe médico, indica que a la operación de liberación de Pinochet no seguirá, según se informó (ver EL PAÍS, martes 18), una acusación penal contra el ex dictador en el Reino Unido.
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