Una alegación metafísica
El Servicio de Fiscalía de la Corona remitió ayer una carta a la embajada española en Londres con los razonamientos del ministro del Interior, Jack Straw. En dicha misiva se da un plazo de siete días para que el Reino de España presente alegaciones.A partir de mediados de octubre pasado, todas las comunicaciones de la Fiscalía británica pasan a la embajada española en Londres y ésta las envía inmediatamente al juez Baltasar Garzón. Fuentes consultadas anoche señalaron a este periódico que a más tardar hoy miércoles el juez Garzón tendrá la comunicación oficial de la Fiscalía de la Corona.
El Gobierno español ya había anticipado que respetaría la decisión humanitaria del ministro Straw y que no recurriría su decisión.
El problema es que el desenlace del caso Pinochet contempla, según la comunicación oficial, la presentación de alegaciones ante el ministro del Interior.
El juez Garzón dio instrucciones el pasado mes de octubre de presentar todos los recursos que fuesen necesarios para conseguir la extradición del ex dictador. Pero esta orden no puede aplicarse para la posición que ha comunicado ayer el ministro del Interior. El ministro anuncia que va a fallar contra la extradición y que espera alegaciones de las partes.
Por tanto, el juez Garzón, si se mantiene la dinámica que ha conocido este caso desde su inicio, el 16 de octubre de 1998, deberá dar instrucciones a la Fiscalía británica en relación con los argumentos que se han de presentar en siete días al ministro Straw.
El problema es que el informe de los cuatro médicos es secreto. Por tanto, no es posible, por ejemplo, someter a médicos forenses españoles dicho dictamen para que formulen una opinión.
En cierto modo, parecería que el Ministerio del Interior británico era consciente de la dificultad de formular alegaciones sin conocer el diagnóstico médico. Por esta razón, según deja constancia en su nota, el Ministerio del Interior solicitó a a los representantes legales de Augusto Pinochet en Londres autorización para entregar a las autoridades españolas, entre otras, una copia del informe. Pero Pinochet rechazó la propuesta.
Por tanto, las alegaciones solicitadas tienen cierto carácter metafísico, ya que no pueden tomar como referencia más que el único argumento que el ministro Straw ha transmitido: a saber, que el ex dictador no está en condiciones, en la actualidad, de someterse a un juicio como el que pretende el juez Garzón. Toda oposición a la anticipada decisión de Straw es una oposición a ciegas, de principios, por tanto altamente inviable.
El Gobierno español anunció en junio pasado, en la cumbre de Río, y en octubre pasado, que acataría una decisión del Reino Unido de liberar a Pinochet por razones humanitarias. Pero habrá que ver si está decidido a elevar una alegación concreta.
Por último, queda el punto de una posible acusación británica. Se supone que, una vez resuelto el tema de fondo - la extradición de Pinochet a España-, la Fiscalía de la Corona se pronunciará.
Con todo, si la resolución dice que Pinochet "no está en condiciones de someterse a juicio" por razones de salud,. es lógico que ello valga también valga para el Reino Unido. La suerte a favor de Pinochet, pues, parece estar echada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.