El teatro Olimpia será en 2002 la sala más vanguardista de Madrid

El teatro Olimpia, una de las dos salas del Centro Dramático Nacional (CDN), se cerró a principios de año al verse afectado por la remodelación urbanística del madrileño barrio de Lavapiés, en el que se encuentra. El Ministerio de Educación y Cultura y el Ayuntamiento de Madrid, que ha adquirido el inmueble, han acordado convertirlo, en 2002, en la sala de la ciudad más moderna y apta para acoger todo tipo de espectáculos de vanguardia.

La presentación del proyecto no pudo tener mejor acogida. No sólo por la presencia del secretario de Estado para Cultura, Miguel Ángel Cortés, quien llegó a pedir disculpas por no haber previsto un espacio más grande para el multitudinario acto, el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, y numerosas autoridades, sino porque muchas gentes del teatro acudieron con clara actitud de apoyo al proyecto. Entre ellos, Rafael Álvarez, El Brujo, María Jesús Valdés, Emma Penella, María Asquerino o Manuel Galiana.El teatro Olimpia, salón de variedades desde los años veinte de este siglo, pasó a ser cine de barrio, hasta que en 1979 se convierte en teatro de la mano de un colectivo de jóvenes profesionales que programaban prestigiados espectáculos. En la temporada 1983-84 pasa a formar parte del CDN, en la etapa de Lluís Pasqual y en 1985 se convierte en el Centro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas, que acoge montajes pluridisciplinares de vanguardia. Hace tres años pasa de nuevo al CDN, esta vez dirigido por Juan Carlos Pérez de la Fuente, quien ayer afirmó que con este proyecto se consigue el gran sueño de toda persona de escena: "Hacer una casa de teatro, dotada de todas las infraestructuras para estar preparados para lo que venga de dentro y fuera de España, sobre todo desde las nuevas dramaturgias".

La nueva sala proyectada por los arquitectos Ángela García de Paredes e Ignacio Pedrosa, que se tiene previsto inaugurar en 2002, contará con unas 500 butacas, una sala de ensayos y todo tipo de espacios necesarios para el desarrollo de esta actividad.

Cortés, por su parte, señaló que la actividad teatral de Madrid era de las más importantes de Europa, quizá sólo superada por Londres: "Pero lo más importante es que las distintas administraciones han entendido que el teatro, la música, la pintura....es lo sustantivo, mientras que otros aspectos como si la titularidad es pública o privada, es solo lo adjetivo", y añadió, "lo sustantivo es el compromiso con la cultura, es lo que hace que Madrid sea la capital más viva y activa culturalmente; no hay más que comparar con París, Londres o Viena y ver que Madrid ha recuperado lo que tuvo en el Siglo de Oro y se está convirtiendo en una de las grandes ciudades del mundo en teatro", a lo que añadió, "algo que se ha logrado gracias a la actitud de los gestores y porque todos los de este oficio arriman el hombro en favor del teatro".

También Álvarez del Manzano se congratuló del renacimiento del Olimpia: "Mientras otros destacan las piquetas que destruyen teatros, nosotros los construimos", y añadió: "La cultura no tiene apellidos políticos, no es de izquierdas o de derechas, sólo es buena o mala, simplemente".

Las obras del Teatro Olimpia, que empezarán dentro de nueve meses y durarán un mínimo de 24, se desarrollarán en dos fases. Una primera de construcción con un presupuesto de 1.140 millones de pesetas, asumidos por el Ayuntamiento, y la última, presupuestada en 300 millones de pesetas, para dotar al teatro de las más modernas infraestructuras, responsabilidad que asume Cultura. El teatro contará con todos los avances tecnológicos y un escenario polivalente que podrá ser utilizado a la italiana, en el centro o donde el responsable de la puesta en escena lo requiera: "En este teatro el límite para trabajar estará en la cabeza del director", dijo Pedrosa, quien recordó que el renovado Teatro Olimpia será algo más que un espacio para exhibición de espectáculos, ya que se convertirá en una gran casa del teatro".