Un acuerdo de última hora entre PNV y EH evita la devolución de las cuentas vizcaínas
Vizcaya tendrá el año próximo nuevos presupuestos y no deberá funcionar con la prórroga de los actuales, como ha sucedido en Álava. Un acuerdo más que de última hora entre el PNV y EH, ya en pleno debate presupuestario en la Casa de Juntas, permitirá al equipo de gobierno foral (formado por PNV y EA, con 21 de los 51 junteros) sacar adelante su primer gran proyecto de la legislatura, aunque el texto actual sufrirá importantes modificaciones en la negociación de las enmiendas parciales que se desarrollará en las próximas semanas.Pese a que al inicio de la sesión ambos grupos no habían logrado cerrar un acuerdo, el transcurso de la mañana y las intensas negociaciones en los pasillos dieron resultado. Los peneuvistas cedieron finalmente a las exigencias de EH de aumentar el gasto contra la pobreza, cuestión que había enquistado el entendimiento y que se definirá en las enmiendas parciales al proyecto.
El suspense se mantuvo, sin embargo, hasta última hora. La enmienda a la totalidad de IU -una de las cuatro formuladas por todos los grupos de la oposición- tuvo que ser votada hasta tres veces tras registrarse otros tantos empates: PNV y EA (21 votos) la rechazaban; IU, PSE y PP (otros 21) mostraban su apoyo y EH (9) se abstenía. El reglamento de la Cámara, que desestima una propuesta en caso de que el empate se mantenga en tres votaciones seguidas, salvó al equipo de gobierno. De haber prosperado, las cuentas tendrían que haberse devuelto y la Diputación se habría visto abocada a trabajar con el actual proyecto. De paso, permitió que EH, que mantuvo su propia enmienda a la totalidad, no se alinease con el equipo de gobierno, pero tampoco con la oposición.
"No nos parece bien el conjunto de los presupuestos, pero el acuerdo sí nos permite seguir la tramitación", explicó Sabin del Bado, de EH.
PASA A LA PÁGINA 3
Los nacionalistas acuerdan aumentar a 14 las pagas mensuales del "salario social" en Vizcaya
VIENE DE LA PÁGINA 1 La sesión plenaria en la Casa de Juntas de Gernika, con el debate del proyecto de presupuestos del año próximo como único asunto, se presentaba llena de incertidumbre, aunque pocos pensaban en la sorpresa de una devolución de las cuentas. "No hay acuerdo", admitían miembros del grupo juntero de EH poco antes de empezar el pleno. Incluso, la presidencia de las Juntas decidió cambiar el sistema habitual de votación electrónica por el de mano alzada para que ningún apoderado cometiese algún error en las votaciones.
El orden del día incluía cuatro enmiendas a todo el texto presupuestario, presentadas por PP, PSE, EH e IU. La crítica intervención del portavoz del grupo abertzale Sabin del Bado, quien llegó a calificar las cuentas de "neoliberales", no auguraba buenas perspectivas para el equipo de gobierno. Por eso, los contactos, protagonizados fundamentalmente por el diputado de Presidencia, José Luis Bilbao y el juntero de EH Julen Aginako, se sucedieron en los pasillos hasta alcanzarse el acuerdo.
Los peneuvistas tuvieron que ceder a las exigencias de la plataforma abertzale en gasto social, que pedía aumentar de 12 a 14 las pagas del denominado salario social -las percepciones mensuales, que el año próximo alcanzarán las 50.000 pesetas, para los ciudadanos sin recursos- y extender el colectivo beneficiario de las pensiones no contributivas, con lo que ya no se requerirá tener 65 años para alcanzar el mínimo del salario social. El desacuerdo en estas cuestiones motivó que la pasada semana no cristalizasen las negociaciones entre PNV y EA y EH.
El pacto verbal entre las tres formaciones alcanzado en los pasillos prevé la inclusión de 96 millones de pesetas de ayuda para Udalbiltza, la asociación nacionalista de municipios, el aumento de partidas para el euskera, la inclusión de cantidades específicas para apoyo tecnológico a las pequeñas y medianas empresas, la formación de una mesa de empleo y la elaboración de un plan de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. "Se supera, en materia social, lo aprobado en el Parlamento de Gasteiz al cubrir más tramos en las pensiones no contributivas y ofrecer más pagas en el salario social, como ocurre con los pensionistas de la Seguridad Social", dijo Del Bado. Estos cambios se pactaban mientras en el interior de la Cámara el portavoz del PNV, Ignacio Etxebarria, insistía en que su partido no estaba dispuesto a hacer una "guerra territorial" sobre este asunto y consideraba que las modificaciones debían tramitarse desde el Gobierno.
Críticas de EH
Sabin del Bado justificó el mantenimiento de su enmienda a la totalidad por su rechazo "al modelo económico y social" de los presupuestos, pero consideró que los cambios pactados a lo largo de la mañana permiten "atender mejor las necesidades de los ciudadanos".
Sobre la abstención a la propuesta de devolución de las cuentas planteada por IU, -que en el receso reglamentario antes de la tercera votación ofrecía la imagen de todo el grupo de EH debatiendo la situación en sus escaños-, Del Bado la justificó por sus "deficiencias sobre la construcción nacional" y vio en la unión de populares, socialistas e IU en la votación de enmiendas el "interés por crear una crisis política" en la Diputación.
Durante el debate, toda la oposición coincidió en que los ayuntamientos recibirán en 2000 menos fondos forales que este año. José Luis Conde, de IU, censuró el mantenimiento de la deuda de la Diputación "porque con un incremento cero se apuesta por la no inversión y la no creación de empleo" al tiempo que criticaba que el gasto en materia social sea " menor que en 1992".
Josu Montalbán (PSE) destacó que las cuentas "son rechazadas por el 58,8% de los junteros" y valoró que parten "de la interpretación de una realidad incompleta: se ha llamado expansivo a un presupuesto que crece menos que la recaudación". Carlos Olazabal (PP) dijo que "no son creíbles ni buenos" e incluso cuestionó su veracidad al proyectar un alza de la recaudación de impuestos del 3,4%, frente al 6,1% previsto en el Estado. "Lo único que aumentan son los sueldos y salarios de la Diputación y los gastos de las Juntas Generales". PNV y EA rechazaron estas argumentaciones y consideraron que son "realistas". Ignacio Etxebarria mostró la disposición de su grupo a las modificaciones, como los fondos dedicados a los ayuntamientos.
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