Rubens domina la exposición en Madrid sobre "un reino imaginado"
El historiador de arte Alejandro Vergara, conservador del Museo del Prado, plantea como un reino imaginado el de los archiduques Alberto de Austria e Isabel Clara Eugenia al heredar en 1598 los Países Bajos de Felipe II, padre de la infanta. Con 117 obras se ha formado una exposición sobre la corte y el mecenazgo, en especial la relación con Rubens, abierta ayer por los duques de Lugo en las salas Génova del Palacio Real de Madrid, donde estará hasta el 27 de febrero.Las nuevas salas temporales del Palacio Real, tras el rescate de antiguos despachos con una inversión de 120 millones de pesetas, se inauguran con una muestra de la sociedad estatal para la conmemoración de los centenarios de Felipe II y Carlos V. Con un presupuesto de 130 millones de pesetas -70 de ellos patrocinados por la Fundación Caja de Madrid- se han reunido piezas (pinturas, armaduras, tapices, libros) procedentes de 40 instituciones, con el predominio del Museo del Prado en los préstamos de obras de Rubens, Pantoja de la Cruz, Sánchez Coello, Brueghel y Pourbus.
Alejandro Vergara, comisario de la exposición, diseñada por José Manuel Barbeito y Nuria Sánchez Durán, declaró ayer que se intenta paliar el olvido histórico de los archiduques, "para los belgas son españoles y para los españoles son belgas", a través de un reino imaginado en pinturas de "calidad excepcional".
Arte flamenco
En el montaje se refleja el "uso original y creativo" de la cultura y el arte para imaginar un gobierno ideal y su relación con los súbditos. En el aspecto artístico destaca el mecenazgo de Isabel Clara Eugenia sobre España, que al contratar a Rubens consigue que la mayor colección de arte flamenco llegue a Madrid, donde en ocasiones desplaza a las pinturas de Velázquez.
A través de diez salas se presenta un arte "lleno de contenido cultural e ideológico", según Vergara, con las primeras imágenes de los archiduques en retratos de Sánchez Coello, Pantoja de la Cruz, Pourbus y taller de Rubens, para seguir por la participación de los archiduques en las costumbres populares y fiestas campesinas como las fiestas de 1615 en Bruselas, que aparecen en cinco lienzos de gran formato.
Otro ejemplo de pintura imaginada son las vistas de los palacios y la incorporación en primer plano de los retratos de los archiduques, con guantes y abanico para fijar la clase social. En otra sala se identifica a los archiduques con el coleccionismo de pinturas, situada junto a otras donde aparecen armaduras flamencas, monedas y tapices, la imprenta y la estampa en la difusión del mecenazgo en arquitectura.
El recorrido termina con otras figuras de la época (Ambrosio Espínola, Marqués de Leganés), el encargo de Rubens de 20 grandes tapices (se exponen dos, el resto está en las Descalzas de Madrid), la visita de Rubens a Madrid y el interés de Felipe IV.
Babelia
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