La Diputación de Álava es la que más dinero dedica por habitante al gasto social en Euskadi
El gasto social en Euskadi no estará el año 2000 repartido por igual entre todos los ciudadanos. Las diputaciones forales, cada una en su proyecto de Presupuesto, dedica una cantidad diferente a esta partida. Así, realizando un prorrateo del gasto social por persona en las diputaciones y en el Gobierno, los ciudadanos alaveses salen mejor parados que los del resto de Euskadi. En todo caso, los Presupuestos en las cuatro instituciones están en el aire, pendientes de las negociaciones entre partidos. Ningún Gobierno, ni vasco ni foral, cuenta con mayoría parlamentaria suficiente.
El gasto social, de acuerdo con los criterios expresados por el Gobierno vasco, incluye partidas como sanidad, educación, formación, vivienda, bienestar social, cultura, euskera, juventud, deportes y cultura. La traslación de estos criterios a las diputaciones hace que el gasto social relativo, por personas, sea más alto en Álava que en ningún otro territorio vasco. La Diputación alavesa, en la que gobierna en minoría el Partido Popular, es la más avanzada socialmente de las tres instituciones forales. Este gasto social en todos los territorios se hace en un marco de crecimiento y expansión, una vez superada la integración en el Unión Económica y Monetaria, en el euro, y la etapa de austeridad.A los alaveses les corresponde 613.307,2 pesetas por persona en gasto social. De esta cantidad, 571.143,8 la aporta el Gobierno. La Diputación alavesa proporciona 42.163,4 pesetas por cabeza. La Diputación de Guipúzcoa aporta 7.000 pesetas menos por persona que la alavesa. Por último, es la Diputación Foral de Vizcaya la que dedica menos, 30.385,8 pesetas por persona. El Gobierno de Álava estima que el 18,3% de su Presupuesto se destina a gastos sociales, con un incremento de un 7,75%; el mayor porcentaje de su historia tanto en números absolutos como relativos.
En Guipúzcoa, en manos del Partido Nacionalista Vasco (PNV), al mismo tiempo que se presentaba el Presupuesto, el diputado general, Román Sudupe, anunciaba una subida de las pensiones no contributivas (las que perciben aquellos ciudadanos que no han cotizado el tiempo suficiente a la Seguridad Social). Esta medida, que se ha calificado desde esta Diputación de progresista y de justicia social, marcaba en teoría una diferencia con los otros dos territorios. De hecho, el incremento del gasto social en este territorio con respecto al año anterior es de casi un 30%.
Paso hacia delante
En lo relativo a las pensiones, el pleno del Parlamento vasco del pasado viernes instaba al Gobierno a tomar medidas en esta dirección. La Cámara pedía al Ejecutivo que completara con el Ingreso Mínimo de Inserción (IMI) las pensiones no contributivas de los jubilados que viven bajo el umbral de la pobreza establecido en el País Vasco. Esta medida no alcanza la decisión de Guipúzcoa que tienen carácter general para todos los perceptores de pensiones no contributivas y que refleja el paso hacia delante en política social de esta diputación.
La visión del gasto social en cifras absolutas es también bastante esclarecedora. Guipúzcoa, que cuenta con una población 678.393 personas, dedica 8.216,9 millones de pesetas. Frente a esta cantidad, Álava, con menos de la mitad de habitantes, 280.021, dedica una cantidad total superior, 11.806,7 millones de pesetas. Vizcaya es el territorio que más dinero dedica en cifras absolutas al gasto social: 34.620 millones de pesetas (ver gráfico).
El gasto social es uno de los constantes argumentos que unos y otros partidos se echan en cara. Euskadi es una de las comunidades autónomas con mayor protección social de España. Sin embargo, desde distintos colectivos sociales esto se ha considerado insuficiente. Es más, el Parlamento está estudiando una iniciativa popular para aprobar la llamada Carta de Derechos Sociales, que entre otras medidas prevé un salario social de 83.000 pesetas.
En todo caso, las intenciones presupuestarias de las tres diputaciones forales se enfrentan a la dura prueba de la realidad, los pactos de Gobierno. Ningún partido Gobierna en mayoría. El Gobierno vasco cuenta con un pacto de legislatura con Euskal Herritarrok que en pura teoría le asegura el trámite parlamentario a la hora de aprobar los Presupuestos. Sin embargo, el giro en la política vasca, causado por el anuncio de ETA de dar por finalizada su tregua el próximo día tres de diciembre, abre un panorama de incertidumbre sobre la estabilidad del Gobierno y sobre los Presupuestos.
En las diputaciones la situación es parecida. En Álava el Partido Popular necesita bien los votos de los socialistas o bien los del PNV. Si no logra estos apoyos la diputación alavesa se verá avocada a prorrogar las cuentas de este territorio. En Vizcaya y Guipúzcoa, donde gobierna el Partido Nacionalista Vasco de la mano de Eusko Alkartasuna, la situación es tan compleja como en el Gobierno. En teoría el aliado natural sería Euskal Herritarrok, sin embargo, los gobernantes de estos territorios prefieren pactar con otras fuerzas políticas, en concreto con los socialistas. Además, los acuerdos con EH se hacen más difíciles tras el fin de la tregua de ETA.
Aumentar las inversiones
Las inversiones son el otro aspecto que las diputaciones y el Gobierno han intentado vender como uno de sus mayores logros. Además, junto a las que presenta cada institución vasca está la cantidad que los Presupuestos Generales del Estado dedican a Euskadi. Junto a estos ingresos, las inversiones que recoge el Presupuesto vasco se incluyen en el llamado Plan Euskadi 2003, que se ha convertido en una de las apuestas del lehendakari, Juan José Ibarretxe, para esta legislatura. Así para el año 2000 el Presupuesto destina a inversiones y transferencias de capital 123.373 millones de pesetas, casi un 22% más que los previsto en las cuentas de 1998, las últimas que aprobó el Parlamento ya que este ejercicio se ha trabajado con un Presupuesto prorrogado. De este montante 31.000 millones se dedican al Plan Euskadi 2003.
La Diputación de Álava también comparte esta vocación inversora, con un incremento de casi un 14%, hasta alcanzar los 21.388 millones de pesetas, un 47% del presupuesto propio. En Guipúzcoa el gasto en inversión se eleva a 12.827 millones de pesetas y se recoge dentro del Plan Estratégico Guipúzcoa 2003. En Vizcaya las inversiones esenciales serán para el Metro y para Bizkaibus.
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