Los arqueólogos, alarmados ante el rápido deterioro del arte rupestre

La acción humana o antrópica, como prefieren decir los arqueólogos, está destruyendo de modo acelerado el arte prehistórico español ante la indiferencia o desidia de las diversas Administraciones que tienen la responsabilidad de preservarlo y difundirlo, según denunció ayer el Congreso Internacional de Arte Rupestre Europeo, que ha reunido en Vigo a más de 300 expertos de varios países. En paralelo al congreso, el jueves fue inaugurada la exposición 5.000 años de arte moderno, que vincula, en una doble muestra sin precedentes, el arte rupestre con la obra de conocidos artistas gallegos contemporáneos.La organización del congreso, que será clausurado hoy, contó con el apoyo del Comité Internacional d´Art Rupestre (CAR-Icomos), de la International Federation of Rock Art Organizations, la Unión International des Sciencies Préhistoriques e Protohistoriques y el Comité Español del Consejo Internacional de Museos. El debate ha girado en torno a cuatro grandes apartados: últimas líneas de investigación; contextos, interpretaciones y relaciones del arte rupestre; su conservación y, en fin, su rentabilidad social, que resultó ser la sección más polémica.

Rentabilidad social

Jean Clottes, presidente del Icomos, dependiente de la Unesco, emplazó ayer a las administraciones públicas a tomar conciencia de la rentabilidad social y económica de los espacios arqueológicos visitables bajo control, que deben multiplicarse. La tendencia española, sin embargo, se concreta en crear espacios estelares, como el de Altamira, y desdeñar todo lo demás, pero no es eso lo peor."En los últimos 20 años se destruyó casi la mitad de todo lo que llegó hasta nosotros en los últimos 5.000 años", señaló Xosé Couñago respecto a uno de los principales yacimientos de Galicia, en Redondela (Pontevedra). Ésta es la situación más común en España, según la ponencia presentada por Fernando Carrera. Las causas del deterioro hay que buscarlas, sobre todo, en las acciones vandálicas, presentes en todos los casos - menores cuanto más reciente y menos conocido es el hallazgo-, pero también en otros factores, como las visitas incontroladas, los incendios forestales, las obras públicas o incluso las actuaciones inapropiadas de los expertos.

La exposición 5.000 años de arte moderno. Arte rupestre prehistórico y arte contemporáneo gallego, que permanecerá abierta hasta el 26 de diciembre, reúne por su parte unas 300 representaciones rupestres (fotos y calcos) y, paralelamente, 27 obras de artistas contemporáneos que remiten formal y conceptualmente, con referencias explícitas, al arte prehistórico "como un código cultural genético del arte gallego", dice Alberto Ruiz de Samaniego, comisario de la muestra.

Así sucede con algunas obras de Luis Seoane y Reimundo Patiño, entre los pintores históricos; con otras del más reciente movimiento Atlántica (Mon Vasco, Antón Patiño, Menchu Lamas, Xosé Freixanes...), o con las de autores posteriores como Tono Carbajo.