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Alerta en la NASA ante la llegada de una nave a Marte y la reparación del 'Hubble'

El comité de la sonda perdida en septiembre señala importantes fallos de organización

Cuando se acerca la fecha de la llegada de una nave estadounidense a Marte para posarse sobre su superficie, la agencia espacial de EE UU se apresta a impedir por todos los medios que la misión termine en un fracaso como el que supuso la pérdida, el pasado septiembre, de la nave compañera de ésta. El primer informe sobre la causa del desastre señala defectos en puntos básicos en la organización de cualquier proyecto. La NASA ha anunciado que ya ha tomado medidas para solucionarlos y también prepara la misión de reparación del telescopio Hubble. El 3 de diciembre empieza la hora de la verdad.

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A medida que la nave Mars Polar Lander se acerca al planeta Marte, aumenta la expectación sobre lo que va a pasar cuando intente posarse el 3 de diciembre sobre la zona elegida de su superficie, cercana al polo Sur. El continuo repaso de parámetros, las simulaciones en ordenador y el análisis de los datos harán imposible que se produzca un error como el que provocó la pérdida de la Mars Climate Orbiter (MCO), debido a la mezcla de unidades de medida (inglesas y métricas decimales) en el control de la nave desde Tierra. Un pequeño programa suministrado por la empresa fabricante de la nave, Lockheed Martin, estaba codificado en unidades inglesas mientras que el centro de control utilizó, como hace habitualmente en las misiones interplanetarias, las unidades métricas.Pero, aunque todo vaya bien, la misión es muy difícil y no podrá ser seguida desde la Tierra en directo, como sucedió con la espectacular misión de la Pathfinder hace dos años. Por un lado, la perdida de la MCO va a complicar mucho las comunicaciones con la Tierra de la sonda que se pose en Marte. Los técnicos de la NASA piensan utilizar la Mars Global Surveyor, que está desde hace dos años en órbita de Marte realizando su cartografía, pero sólo para comunicar el módulo de aterrizaje con la Tierra y no al revés. Y es muy improbable que la MGS pueda estar disponible en el momento del aterrizaje o poco después.

La pequeña antena que tiene la nave, de sólo 60 centímetros, puede transmitir o recibir datos a muy poca velocidad y además va a quitar energía a los instrumentos de análisis y observación del módulo. "Todo está patas arriba", se lamentaba hace una semana uno de los investigadores. Se han tenido que reescribir decenas de miles de órdenes para establecer las nuevas rutas de comunicaciones y todo ello en el ambiente de nervios que reina actualmente en el centro de control de la misión, el Jet Propulsion Laboratory, en Pasadena, California tras la pérdida de la MCO.

Este ambiente es mencionado en el primer informe del comité creado por la propia NASA para investigar el desastre. El informe señala que los equipos del centro de control están a la defensiva y que ello ha deteriorado los canales de comunicación, cuando mejores deberían ser. Sin embargo, es probable que la gran experiencia acumulada por la NASA y su capital humano consigan que la agencia espacial salga de ésta con honor a pesar de las chapuzas a que va a tener que recurrir.

Entre las ocho causas que la comisión señala como contribuyentes al desastre está el hecho de que los controladores de la MCO no la habían visto ni participado en su diseño y construcción, así como que el proceso de ingeniería de sistemas no incluyó una transición adecuada entre la fabricación y lanzamiento de la nave y su control una vez lanzada. El factor humano jugó un papel importante: no se comunicaron bien los distintos equipos del proyecto, pero sobre todo faltaba gente suficiente en el centro de control, y los controladores existentes no habían recibido una formación adecuada. Y, por último, fallaron los procesos de control de calidad del proyecto.

El comite ha identificado factores significativos que han permitido que el error inicial permaneciera y se propagara hasta el punto en que resultó en un gran error en el conocimiento de la trayectoria de la nave cuando se aproximaba a Marte", ha dicho Arthur Stephenson, su presidente.

En cuanto a la nave que se acerca a Marte, el comité hace recomendaciones técnicas pero también se refiere al factor humano. Señala que es necesario que se aclaren el papel y la responsabilidad de todos los miembros del equipo de control y que sea nombrado un jefe de misión para MPL, cuya autoridad quede clara para el resto. También recomendó calentar los motores de la nave antes de su encendido por si la baja temperatura a que han estado sometidos lo dificulta. Esta recomendación ya ha sido tenido en cuenta."Estamos haciendo todo lo posible para que la Mars Polar Lander se pose suavemente sobre Marte el 3 de diciembre", ha asegurado Edward Stone, director del JPL.

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