Los intereses de Clinton en Europa: Rusia, Balcanes y Egeo
El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, dibujó ayer el mapa de los intereses que su país tiene en Europa con motivo de un discurso sobre el décimo aniversario de la caída del muro de Berlín. Washington quiere tener una activa presencia en la política europea y sus principales objetivos son el éxito de las reformas en Rusia, la estabilización de los Balcanes y un entendimiento entre Grecia y Turquía.En su discurso, Clinton insistió en que "todavía queda mucho por hacer" hasta lograr la consolidación total de la paz en Europa. "EEUU todavía debe asumir responsabilidades mundiales", afirmó el presidente. Clinton inicia el próximo viernes una gira por Grecia, Turquía (donde asistirá a la cumbre de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa, OSCE), Italia y Bulgaria, en un periplo donde Washington continuará intentando aplicar el panorama esbozado ayer por el presidente.
La cooperación entre Occidente y Rusia y la evolución de las reformas políticas y económicas en ese país es el principal reto de EEUU en Europa, dijo Clinton en su discurso, pronunciado en la Universidad de Georgetown, en Washington. Aunque reconoció que la transformación de Rusia "es incompleta, extraña y a veces no es atractiva", Clinton recordó los graves problemas económicos que afronta Moscú e insistió en que existe "un interés fundamental en su éxito".
Una reliquia comunista
El segundo reto es la puesta en marcha, junto con los aliados europeos, del plan para la estabilización de los Balcanes. Clinton insistió en la necesidad de promover una transición democrática en Serbia y calificó al presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, como "la última reliquia viviente de la era de los dictadores comunistas europeos. Esa era se derrumbó con el Muro", afirmó.El presidente estadounidense dijo que su tercer objetivo es "el más antiguo de todos": promover una paz duradera en el Egeo a través de la reconciliación entre Grecia y Turquía. Clinton, que visitará ambos países durante su inminente gira, insistió en la postura estadounidense de que la Unión Europea abra sus puertas a Turquía, y pidió a los líderes europeos "una visión auténtica" de que ese país puede ser el puente con el mundo musulmán.
Clinton insistió también en que hay otro reto, pero interno, que EEUU debe vencer: el fantasma del aislacionismo que en las últimas semanas se ha hecho más evidente en un amplio sector del Partido Republicano, que domina el Congreso.
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