Bill Gates se ve abocado a negociar
Microsoft estudia llegar a un acuerdo con el Gobierno de EE UU para evitar su fragmentación
La pelota está ahora en los pies de Bill Gates. La severidad del documento de hechos probados emitido en la madrugada de ayer por el juez federal norteamericano Thomas Penfield Jackson empuja a Microsoft a llegar a un acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos en las próximas semanas, antes de que el magistrado avance más en sus conclusiones y en los posibles castigos a aplicar contra el principal fabricante mundial de programas informáticos.Gates respondió ayer a su fuerte derrota legal con una de cal y una de arena. Sugirió una "voluntad de acuerdo" con el Gobierno, pero también se declaró listo para "una larga batalla legal". En las 207 páginas de su documento sobre hechos probados en el juicio abierto el pasado año por la demanda del Gobierno contra Microsoft, Jackson da la razón a la práctica totalidad de las acusaciones. Microsoft, dice el juez, detenta un monopolio en el mercado de los sistemas operativos para ordenadores personales, que utiliza para combatir a otras empresas informáticas, retrasar las innovaciones tecnológicas e imponer sus productos y sus precios a los consumidores. Es una declaración cuyo eco dominará durante años el universo de la revolución digital.
Los efectos en las cotizaciones de las acciones de Microsoft, que han entrado recientemente a formar parte del índice Dow Jones, pueden ser inmediatos a partir de mañana. Entretanto, esas acciones ya descendían ayer en mercados financieros alternativos. La empresa fundada y liderada por el hombre más rico del planeta ha tropezado con su primera piedra, y es de mucha envergadura. "Deseamos encontrar un camino que resuelva esto y lo sitúe detrás de nosotros; desde el primer momento hemos dicho que lo mejor sería llegar a un acuerdo en este caso", dijo ayer Gates desde Seattle, dando una pista de que Microsoft puede querer negociar con el Gobierno. Pero el padre de Windows también usó un tono beligerante. "Estamos respetuosamente en desacuerdo con los hechos proclamados por el tribunal", dijo. "Los productos de Microsoft han beneficiado de modo extraordinario a millones de consumidores en todo el mundo. Invitamos a considerar este documento tan sólo como un paso en un largo proceso legal".
Si Microsoft quiere enfrentarse a ese "largo proceso legal", los cimientos sentados por el juez Jackson, que serán utilizados por cualquier tribunal en posibles fases posteriores del caso, están en su contra. Lo que el juez ha dicho es que, aunque opere en la economía digital, Microsoft es un anticuado "poder monopolista", cuya actitud "daña a los consumidores al distorsionar la competencia". El documento del juez abre el camino a una condena que podría ir desde obligar a Microsoft a cambiar su modo de hacer negocios hasta fragmentar la empresa en lo que ya se llama las Baby Bills.
Esta fragmentación le fue impuesta en 1911 a la petrolera Standard Oil de John Rockefeller y a la telefónica AT&T en 1983. El juez no oculta su preferencia por que el Gobierno y Microsoft lleguen a un acuerdo que le evite dictar una sentencia y un castigo. Joel Klein, el fiscal del Departamento de Justicia que lleva el caso, mantuvo ayer abierta esa puerta. "Siempre hemos dicho", declaró Klein, "que estamos preparados para discutir un acuerdo, siempre que sean atendidos asuntos importantes relacionados con la libre competencia".
Microsoft, sin embargo, puede verse tentado a seguir combatiendo en los tribunales, esperando que la sentencia y el castigo del juez Jackson no sean tan duros como su declaración de hechos, y reservándose la posibilidad de apelar sus decisiones ante tribunales superiores, incluido el Supremo de Estados Unidos, lo que prolongaría el caso dos o tres años más. Ese camino es peligroso. El documento del juez refuerza la posibilidad de victoria de empresas que ya han demandado a Microsoft o podrían hacerlo. Y, según Richard Blumenthal, fiscal general de Connecticut, "puede ser usado por los consumidores" para plantear acciones legales contra Microsoft.
Sólo hechos
El documento del juez no entra a valorar si Microsoft ha violado alguna ley concreta. Se limita, por el momento, a constatar hechos: Microsoft tiene una posición de monopolio y abusa de ella para oponerse a la innovación tecnológica de los competidores y minar los intereses de los consumidores. Según las leyes de EEUU, no es ilegal conquistar una posición de monopolio por ofrecer los mejores productos, pero sí lo es utilizar esa situación para mantenerlo o expandirlo a otras áreas. Hasta el próximo 31 de enero, el juez escuchará de nuevo a las dos partes, y, si éstas no alcanzan un acuerdo, emitirá luego un veredicto sobre qué leyes viola la empresa de Gates. Luego escuchará los remedios que le proponga la parte demandante, el Departamento de Justicia de Estados Unidos, apoyado por más de una docena de Estados.Microsoft, dice el juez, utiliza "su prodigioso poder en el mercado y sus inmensos beneficios para dañar a cualquier firma" que intente competir con sus productos, especialmente la joya de su corona, Windows. Microsoft, añade el juez, ha ejercido presiones y amenazas contra Netscape, Apple, Intel, Compaq, RealNetworks e IBM para proteger a Windows.
El juicio de Microsoft comenzó en octubre del pasado año. Y su origen, la incorporación gratuita a Windows del navegador Microsoft Internet Explorer.
Esa política hundió al navegador de Netscape, hasta entonces líder en la red.
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