El poder de los magistrados se apoya en la prensa
Con el viento a favor de la opinión pública, que ve en el procesamiento de los políticos franceses el restablecimiento de la igualdad ante la ley, los jueces están adquiriendo cotas de poder que siembran la alarma, más allá incluso de los partidos políticos. Los nombres de Renaud van Ruymbeke, Eva Joly, Eric Halphen, Laurence Vichnievski, Jean Pierre Zanoto o Patrick Desmure han adquirido la notoriedad de los personajes públicos.Durante estos años, el tándem magistrado-periodista se ha demostrado altamente eficaz a la hora de remover los obstáculos y resistencias del sistema. Como las mariposas ante la luz, los políticos se quedan muchas veces paralizados a la vista de que los medios están al tanto de lo que circula por los despachos judiciales.
La ruptura del cordón umbilical que unía formalmente al poder político de Francia con la Fiscalía consagra la reconquistada independencia judicial que actualmente está haciendo pasar a la clase política francesa por un verdadero vía crucis. "Son justicieros", "hay un golpe de Estado judicial", "no se respeta el secreto del sumario", "hay un verdadero compló de los jueces", claman estos días los dirigentes políticos, hipersensibilizados ante la actuación de una justicia cuyos excesos o defectos no habían advertido, por lo visto, hasta ahora.
Sin dejar de felicitarse por la revuelta judicial, intelectuales como Alain Minc ponen actualmente el acento en la necesidad de que el reforzado poder judicial encuentre también su contrapoder para evitar así la deriva de unos magistrados blindados contra los medios de comunicación de masas y prácticamente inmunes civil y penalmente.
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