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EEUU almacenó hasta 200 bombas atómicas en sus bases en España entre 1958 y 1976

España fue uno de los 27 países extranjeros y territorios ultramarinos en los que Estados Unidos almacenó unas 12.000 armas nucleares en el momento más crítico de la guerra fría con la Unión Soviética y China. Ésta es la conclusión a la que ha llegado la revista norteamericana The Bulletin of the Atomic Scientists, tras estudiar un documento secreto recién desclasificado por el Pentágono. El despliegue de esas armas (hasta 200 bombas) en suelo español se produjo entre marzo de 1958 y julio de 1976, justo cuando Adolfo Suárez estrenaba Gobierno, ocho meses después de la muerte de Franco.

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Los tres especialistas -Robert Norris, William Arkin y William Burr- que firman el artículo, precisan que el documento del Pentágono sobre el que han trabajado no menciona directamente España. Ese texto solo facilita los nombres de nueve de los 27 lugares donde EEUU desplegó armas nucleares: Alaska, Cuba (en la base de Guantánamo), Guam, Hawai, las islas Johnston, Midway, Puerto Rico, Reino Unido y la República Federal Alemana.Los nombres de los otros 18 fueron censurados previamente al desclasificar el documento, lo que hace pensar que no existía un conocimiento o un consentimiento oficial de los gobiernos de las naciones afectadas. Pero la minuciosa investigación de los científicos les ha permitido desvelar la identidad de 17 de los 18 puntos censurados. Entre ellos España, donde EE UU almacenó armas nucleares entre 1958, bajo la presidencia de Dwight Eisenhower -que visitó Madrid en viaje oficial durante su mandato y firmó acuerdos militares que permitieron la creación de las bases hispanonorteamericanas-, y el año 1976, con Gerald Ford en la Casa Blanca. William Burr reconoció ayer que el caso español "necesita una mayor elaboración" para sacar conclusiones.

Los investigadores tampoco saben si ese despliegue se realizó con el consentimiento del general Franco, necesitado a toda costa del apoyo internacional que le brindó el presidente Dwight Eisenhower, o sin su conocimiento. "Muchos de los Gobiernos de los países que albergaron bombas jamás supieron que estaban allí", aseguran los investigadores.

En su tiempo, el incidente de la caída accidental de una bomba nuclear en Palomares (Almería), en enero de 1966, fue explicado a la opinión pública como un accidente de un bombardero B-52, que no había despegado de suelo español, sino que sobrevolaba el país.

Norris declaró ayer a ELPAÍS que se calcula que en España hubo, a comienzos de los sesenta, unas 200 armas nucleares. Ese número fue descendiendo a lo largo de la década, hasta alcanzar al final un máximo de 50.

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Esas armas eran bombas aéreas, de profundidad contra submarinos, misiles antisubmarinos y antiaéreos. Estaban almacenadas en las bases de Torrejón y de Rota. Además, los submarinos y portaviones de la Marina estadounidense que atracaban en puertos españoles llevaban normalmente arsenal atómico.

Harry Truman, en 1951, ordenó el primer traslado de materiales nucleares fuera del territorio continental estadounidense, en concreto a la isla de Guam. Las bombas completas fueron desplegadas en abril de 1954 en Marruecos, sin informar al Gobierno francés que entonces administraba el país magrebí, y en septiembre de ese año en el Reino Unido. Siguieron países de la OTAN como la RFA, Italia, Francia, Turquía, Holanda, Grecia y Bélgica.

En 1971, EE UU llegó a tener en Europa 7.300 armas nucleares, la mitad en Alemania. En el conjunto del planeta, el despliegue fuera de EEUU llegó a 12.000 bombas nucleares.

El cerco a las potencias comunistas fue total. Contra la URSS, Washington desplegó armas nucleares en Dinamarca e Islandia; contra China, en misiles Matador y cazabombarderos F- 4 basados en Taiwan. Estas últimas fueron retiradas en los setenta tras la reconciliación con Pekín.

La presencia nuclear norteamericana en Europa se ha reducido. Según Norris, EE UU tiene ahora unas 150 armas nucleares en el viejo continente, en bases de seis países de la OTAN: Bélgica, Alemania, Grecia, Italia, Holanda y Turquía. "Estas cabezas", señalan los autores del artículo, "son las últimas armas nucleares desplegadas por una de las cinco potencias fuera de sus fronteras".

Cuba fue un territorio con armamento de los dos bandos

Estados Unidos, que montó en cólera cuando la URSS instaló misiles nucleares en Cuba, tenía en aquella época armas nucleares listas para ser cargadas en su base de Guántamo. Los autores del estudio declaran que existen pruebas irrefutables de que, al menos entre diciembre de 1961 y mediados de 1963, los estadounidenses dispusieron de esos materiales en la base que se atribuyeron en Cuba tras la expulsión de los españoles en 1898.La crisis de los misiles de octubre de 1962 fue el punto de inflexión en la guerra fría. Y también el momento en que la humanidad estuvo más cerca de un holocausto nuclear. Se produjo cuando el espionaje norteamericano descubrió que Moscú, con el consentimiento de Fidel Castro, estaba instalando en Cuba misiles de largo alcance, que apuntaban a EE UU y podían transportar cargas nucleares.

La reacción del presidente John Kennedy -un bloqueo de la isla y un ultimátum al líder ruso Nikita Krushov-, consiguió que los soviéticos retiraran los misiles. A cambio, Washington se comprometió a no intentar otra invasión de la isla, como la fracasada en la bahía de Cochinos.

Según el estudio de los tres investigadores, EE UU guardó cargas de profundidad susceptibles de ser rellenadas con material nuclear en Guantánamo, en el período anterior y posterior a la crisis de los misiles. Pero el plutonio estaba en Florida, desde donde los estrategas del Pentágono señalaban que podrían ser trasladadas en pocas horas a su base en la isla caribeña.

Oposición en varios países

EE UU utilizó numerosos países para su despliegue nuclear, sin conocimiento de sus Gobiernos o incluso pese a su oposición. Entre medidos de los años cincuenta y mediados de los sesenta, el Pentágono intentó curar a los japoneses de su alergia nuclear pero, al no conseguirlo, retiró los componentes relacionados con su arsenal nuclear que había instalado allí. Los daneses, opuestos al uso de su territorio, fueron engañados por completo y bombarderos norteamericanos cargados con armas nucleares sobrevolaron regularmente Groenlandia.

En un episodio semejante al de Palomares, un B-52 se estrelló en Groenlandia en 1968, con cuatro bombas a bordo. Tiempo después, en 1995, William Perry, entonces secretario de Defensa, informó al Gobierno danés que Estados Unidos no sólo había sobrevolado Groenlandia, sino que también había almacenado armas nucleares en el suelo, en la base de Thule.

Islandia, pese a ser también un país firmemente opuesto al pulso nuclear, sirvió asimismo, a su pesar, de base para el despliegue nuclear estadounidense.

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