Un viejo juez sin miedo
En noviembre del año pasado el juez Juan Guzmán decía a EL PAÍS: "Por mucho poder que haya tenido el señor Pinochet, nosotros tenemos la jurisdicción y la competencia que nos da la ley. Como viejo juez que soy, no me intimida". El magistrado expresaba su intención de interrogar al dictador una vez culminara una serie de investigaciones previas. Si el Ministerio de Exteriores chileno no demora su tramitación, el exhorto de 75 preguntas estará en manos de Pinochet en los próximos días. Hijo de poeta, este magistrado de 60 años, casado con una francesa, inició el mayor reto profesional de su vida en enero de 1998 cuando aceptó a trámite la primera querella contra Pinochet, por aquel entonces todavía comandante en jefe del Ejército. Guzmán trata de demostrar al mundo que hoy en día no hay motivos para desconfiar de que en Chile se haría justicia con Pinochet. "En Chile la Justicia es muy buena. Los jueces que la desempeñan son hombres honorables, austeros y con una gran capacidad profesional. La situación del señor Pinochet es similar a la de cualquier otra persona", ha declarado.
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