El Liceo se inaugura esta noche bajo fuertes medidas de seguridad

El Liceo de Barcelona afronta esta noche la prueba de fuego de su inauguración oficial. "En el teatro todo está a punto", se aseguró ayer en el coliseo de la Rambla. Envuelto en fuertes medidas de seguridad, esta mañana el Liceo abrirá sus puertas para que los cantantes nacionales e internacionales invitados al estreno puedan verlo, y a las seis de la tarde -la Rambla se cerrará al tráfico media hora después- se abrirá al público. Dos horas después, bajo la presidencia de los Reyes, se alzará el telón y empezarán a sonar las primeras notas de la ópera Turandot.

La dirección no ha querido hacer de esta inauguración una velada de gala para poder mostrar en este día tan señalado que el Liceo es un coliseo lírico nuevo, público y abierto a todo el mundo sin distinción de clases. Pero lo cierto es que el de esta noche será un público privilegiado y selecto, y que en Barcelona ayer era imposible encontrar un coche de lujo de alquiler con el que llegar hasta la puerta del teatro, pese a que La Rambla estará cortada al tráfico en ambos sentidos desde las 18.30 hasta el final de la representación, excepto para los vehículos oficiales.La asistencia a la inauguración de la Familia Real al completo, así como la del presidente del Gobierno, José María Aznar, y la de los ministros de Educación y Cultura, Mariano Rajoy, y de Industria y portavoz del Gobierno, Josep Piqué, además del presidente de la Generalitat en funciones, Jordi Pujol, y el alcalde de Barcelona, Joan Clos, entre otras autoridades, ha hecho extremar desde hace varias semanas las medidas de seguridad del Liceo.

Ningún paquete o bolsa entra en el teatro sin pasar por un control de rayos X, y las personas por arcos detectores de metales. Perros adiestrados recorren varias veces al día el teatro husmeando los rincones a la búsqueda de elementos sospechosos. La seguridad alcanza el grado máximo hoy y todos los invitados han recibido, junto con la invitación, una misiva en la que se les advierte de que sus localidades son personales e intransferibles y de que deberán ir provistos del documento nacional de identidad para acreditarse.

Los Reyes aprovecharán su visita a Barcelona para presidir varios actos, entre los que destaca el almuerzo que ofrecerán en el Palau de la Generalitat a los responsables de las empresas que forman parte del consejo de mecenazgo de la Fundación del Liceo; a él también han sido invitados los cabezas de lista de los partidos y coaliciones con diputados en el Parlament que se presentan a las elecciones a la Generalitat, y una representación de la sociedad civil catalana.

El Liceo abrirá por la mañana sus puertas para mostrar el teatro a los cantantes nacionales e internacionales invitados a la inauguración y a los periodistas extranjeros acreditados.

Por la tarde, las puertas se abrirán al público a las 18.00 horas y todos los invitados deberán haber entrado a las 19.20. Diez minutos después deberán estar sentados en sus butacas, momento en el que empezarán a llegar las autoridades, las únicas que, por motivos de seguridad, recibirán a los Reyes en la entrada del teatro. Con la única presencia de las autoridades, fotógrafos y cámaras de televisión, don Juan Carlos y doña Sofía descubrirán en el vestíbulo del teatro una placa con los nombres de las empresas que integran el consejo de mecenazgo, cada una de las cuales ha aportado durante el periodo de reconstrucción 20 millones de pesetas anuales para las obras, de las entidades protectoras de las personas que desde el incendio ha aportado dinero para la reconstrucción.

A la entrada de los Reyes a la sala del teatro se interpretarán el himno de España y el de Cataluña. Inmediatamente después empezará la representación de Turandot, de Puccini, ópera que estrena un nuevo final: musicalmente es una mezcla de los dos que escribió Franco Alfano tras la muerte del compositor, que dejó la obra inclusa, y dramatúrgicamente cambia por completo.