Una excavación desvela una salazón romana en donde se buscó Tartessos

Un grupo de arqueólogos de la Universidad de Huelva está a punto de finalizar un mes de excavaciones de diagnósticoen una fábrica de salazón de pescado romana en pleno parque nacional de Doñana. El yacimiento del cerro del Trigo no es algo precisamente nuevo. Fue la desagradable sorpresa que se encontraron en los primeros años veinte los arqueólogos Schulten y Bonsor cuando buscaban la mítica capital de Tartessos. Precisamente, este fallo hizo que se dejara de considerar que a lo que se referían los textos clásicos era una simple ciudad de oro y belleza y se abriera paso la teoría de que se trataba de una riquísima civilización.

Alejados del éxito y del logro profesional, ambos expertos hicieron una somera reseña sobre el asentamiento fabril romano y los restos cayeron en el olvido, hasta que hace unos meses el director del parque nacional, Alberto Ruiz de Larramendi, se puso en contacto con la Universidad de Huelva para que empezara un expedición de tanteo.

A lo largo de un mes (los trabajos concluyen el próximo viernes) se han descubierto grandes muros de piedra de hasta un metro de grosor y algunas ánforas, que se supone contuvieron la célebre en la época salsa garum, compuesta de esturión, atún y otros elementos, todos muy comunes en esa zona de Huelva.

En esta costa se han encontrado hasta el momento 16 de estas explotaciones fabriles, auspiciadas por la Administración del imperio. En el yacimiento del cerro del Trigo se ha encontrado una necrópolis, de la que se han desenterrado seis cuerpos. Las primeras conclusiones apuntan a que los habitantes del enclave morían antes de cumplir los 40 años, principalmente tras sufrir graves enfermedades reumáticas. Asimismo se han hallado varios utensilios y monedas de entre los siglos II y V.