La ONU advierte: el deterioro de la Tierra es "insostenible"
El informe GEO-2000 traza un retrato completo de la situación del planeta y alerta sobre el uso de fertilizantes.
El Programa Medioambiental de la ONU (UNEP) ha dado a conocer el último informe global sobre la situación ambiental con la que el planeta va a recibir al nuevo milenio. Tras vivir el siglo más devastador por la acción humana, el informe, llamado GEO-2000, llega a la conclusión de que "el presente discurrir de las cosas es insostenible y ya no es una opción posponer los remedios por más tiempo".No se trata sólo de que en 50 años la humanidad se haya multiplicado por 2,6 veces. Se trata de que el consumo es excesivo, incontrolado e insostenible. La ONU alerta además sobre un problema emergente: el impacto del uso del nitrógeno en el ecosistema debido al indiscriminado uso de fertilizantes. El hombre, en su afán por mejorar los rendimientos de la tierra está acabando con ella. Éstos son algunos puntos del informe:
El problema del nitrógeno. Se empieza a percibir como un nuevo y preocupante problema global debido a que hay muchas áreas del planeta que reciben compuestos de nitrógeno en cantidades que producen cambios indeseados en el ecosistema. El informe asevera: "Estamos fertilizando la Tierra a escala global de forma experimental e incontrolada". Según el informe de Worldwide Fund (WWF-Adena en España) Perspectivas de un planeta vivo, que también se acaba de publicar, desde la década de 1960 se ha quintuplicado el uso mundial de fertilizantes químicos, en particular inorgánicos nitrogenados, que han pasado de 12 millones de toneladas a más de 80 millones anuales. La liberación de nitrógeno en el ambiente puede alterar el crecimiento y la composición de las especies y reducir la diversidad de las especies. Europa es región más afectada por la contaminación y exceso de nutrientes.
Productos químicos. La exposición a productos químicos peligrosos han motivado efectos adversos en el hombre, desde malformaciones congénitas hasta problemas de cáncer. Del uso global de pesticidas resultan gravemente envenenados cada año entre 3,5 y 5 millones de personas. - Océanos esquilmados. La mayoría de las especies marinas explotadas comercialmente en el Mar del Norte están en graves condiciones. Se necesitaría reducir la pesca en un 40% para poder recuperarlas. Las capturas en la costa atlántica de norteamérica han declinado desde los 2,5 millones de toneladas en 1971 hasta menos de 500.000 en 1994.
Más desastres naturales. Se está registrando un incremento en la frecuencia de importantes catástrofes naturales. Por ejemplo, hubo ocho veces más desastres naturales de la década del 1986-1995 que en la década de los años sesenta.
Dióxido de carbono. Las emisiones globales de dióxido de carbono alcanzaron un nivel de 23.900 millones de toneladas en 1996, cerca de cuatro veces la cantidad emitida a nivel global en 1950.
Animales en extinción. En 1996, el 25% de las 4.630 especies de mamíferos que hay en el planeta y el 11% de las de pájaros -9.675 en total- sufrían un significativo riesgo de quedar totalmente extinguidos.
Escasez de agua. De continuar con los presentes modelos de consumo, dos de cada tres personas del planeta vivirá con graves problemas de agua hacia el año 2025.
Coches y más coches. El número de vehículos está creciendo vertiginosamente en todas las regiones del globo. El transporte consume una cuarta parte de toda la energía que se utiliza y la mitad de la producción petrolífera.
Menos gasto militar. A pesar de que el gasto militar en el mundo fue descendiendo un 4,5% cada año en la década 1988-1997, los conflictos armados vienen acompañados de una mayor presión en el ecosistema.
Pesticidas para todos. Durante la década de los ochenta, América Central incrementó la producción de agricultura en un 32%, pero duplicó su consumo de pesticidas.
Radiactividad en los polos. Los isótopos radiactivos están ya muy extendidos en los sedimentos marinos del Ártico debido a las pruebas nucleares, a los accidentes militares y a las fugas de las centrales nucleares europeas.
Millones de hectáreas quemadas. Alrededor de un millón de hectáreas forestales de Indonesia han quedado destruidas por los incendios que se han registrado durante meses desde septiembre de 1997. Más de tres millones de hectáreas de las áreas forestales de Mongolia ardieron en 1996.
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