Schröder amenaza con cerrar las centrales tras el accidente de Japón

El canciller federal Gerhard Schröder se sumó ayer a la "reacción en cadena" política que el accidente esta semana en la central nuclear japonesa de Tokaimura ha provocado en Alemania. El líder alemán advirtió que el Gobierno impulsará la legislación para cerrar las centrales nucleares si no prosperan las conversaciones con los industriales sobre el abandono de la energía atómica. "Tengo la impresión de que la otra parte trata de ganar tiempo", señaló.

"El canciller ha frenado una y otra vez los proyectos de ley redactados por el ministro de medio ambiente, el verde Jürgen Trittin, pero ayer advirtió que, si no se llega a un consenso, "tendremos que actuar legalmente". Opinó, además, que las industrias energéticas se engañan, si creen que el SPD y los Verdes no tienen la fuerza suficiente para prescindir de la energía nuclear.Con estas advertencias, formulada durante un congreso del SPD en Bochum, el líder alemán reiteró su compromiso con el pacto de coalición entre los socialdemócratas y los Verdes. El documento programático, que ambos partidos firmaron el 20 de octubre de 1998, en vísperas de la toma de posesión del gabinete, daba al Gobierno el plazo de un año para llegar a un consenso con la industria con el fin de abandonar la energía nuclear y solucionar la eliminación de desechos. Según el documento, una vez expirado este plazo, el gobierno debería presentar una ley que regule el abandono de la energía nuclear sin indemnizaciones.

Desde que asumió el poder, Schröder ha dado bandazos entre Jürgen Trittin, y los representantes de la industria y, a menudo, ha demostrado estar más cerca de éstos que del ministro, partidario de un puntual cumplimiento de los pactos suscritos. Hasta ahora, Schröder había subrayado que el abandono de la energía nuclear se haría "sólo en consenso" con la industria. Sus palabras ayer suponen un paso más respecto a su anterior posición, por cuanto admiten la posibilidad de que pueda no llegarse a un acuerdo.

La política nuclear es un tema muy conflictivo para el gobierno, que no ha podido cumplir siquiera el programa para los primeros cien dias. Aquel calendario inicial preveía una nueva ley sobre energía atómica, nuevos controles de seguridad y el fin de la promoción de la energía atómica.

El accidente de Tokaimura ha dado ahora un nuevo impulso a los oponentes de la energía nuclear, justamente cuando el poderoso lobby atómico alemán emprendía una nueva ofensiva que culminó la semana pasada con la presentación de un memorándum pro nuclear firmado por 570 científicos.

Schröder se mostró ayer de nuevo en sintonía con Trittin y con Los Verdes, para quienes el abandono de la energía nuclear tiene importancia vital. Al igual que Trittin, Schröder pidió que la catástrofe no fuera instrumentalizada para fines políticos. Sin embargo, dijo, debe quedar claro que se debe desarrollar un suministro eléctrico que "no sea dependiente de esta peligrosa forma de energía". Alemania tiene 19 centrales nucleares que cubren apróximadamente un 36% de sus necesidades energéticas. El Gobierno ha propuesto escalonar el abandono de la energía nuclear a lo largo de un máximo de 25 años del calendario.

La industria nuclear, por su parte, propone que la desnuclearización se lleve a cabo a lo largo de 40 años de explotación, lo que supone un plazo mucho mayor medido en años de calendario. Los industriales han rechazado la posición de compromiso del ministro de Economía, Werner Müller, que ha propuesto 35 años de calendario. Los planes gubernamentales de renunciar a la energía nuclear sin pagar indemnizaciones son problemáticos, no sólo por la resistencia de las industrias eléctricas, sino también por los contratos internacionales que vinculan las empresas alemanas con otras que reciclan los combustibles en Francia y Gran Bretaña.