La gran duda

Los bancos, las nucleares, el AVE y los aviones han hecho los deberes del 2.000. Las ocho ciudades más pobladas del país, también. Pero la gran duda proviene de los medianos y pequeños ayuntamientos. De los 8.100 municipios que hay en España, más de siete mil poseen menos de diez mil habitantes. El Ministerio de Administraciones Públicas (MAP) ha realizado una muestra entre más de cien pueblos.Muchos de ellos no han contestado a las cinco encuestas que les remitió el Ministerio. Entre ellos se encuentra el de Alcalá de Henares, municipio madrileño de 163.831 habitantes, gobernado hasta las últimas elecciones por el PP en minoría y desde entonces por IU y PSOE en coalición.

El jefe del departamento informático de Alcalá, José María Montes, asegura tener sus razones. "Yo contesté a las dos primeras encuestas. Me mandaron una tercera a los pocos meses. Llamé al MAP y les dije que todo estaba igual que en la segunda. Y el funcionario que me atendió me dijo que no valía la pena contestarla. Desde entonces no han dejado de llamarme. Más le valdría a Fomento que se interesara por los ordenadores de la Dirección General de Tráfico, en vez de por los nuestros".

Montes asegura que la DGT les envió este año más de 50.000 datos erróneos. "Llamamos a la DGT y nos dijeron que es que estaban de pruebas con el efecto 2.000".

En Alcalá queda aún por solventar la situación de secciones claves como es toda la informática de tributos y sanciones en el periodo ejecutivo. Y todos los datos relacionados con la Policía Local, desde las nóminas y los turnos hasta las denuncias. Montes asume que sus oficinas llevan retraso respecto al problema del 2.000, pero ofrece sus razones:

"Los alcaldes se han preocupado mucho en España por hacer colegios, asfaltar calles... acciones que dan votos. Pero no han adaptado las nuevas tecnologías. Aquí gobernaba antes el PP. Y yo hice muchos informes explicando cómo estaba la situación. Necesitábamos unos 25 millones para arreglar las cosas, dinero que no estaba contemplado en los presupuestos. Así, que poco se hizo. Cuando llegó el nuevo alcalde lo primero que preguntó es que cómo estábamos preparados para el efecto 2.000. Ahora se va a efectuar un esfuerzo muy importante. Pero chocas con los fabricantes, que pretenden exprimirte al máximo. Primero me enviaron unos escritos tendenciosos diciendo que deberíamos comprar otros ordenadores, que los actuales estaban obsoletos. Entonces le pedí que me lo asegurasen por escrito y con firma. Y me mandaron otro informe menos tendencioso en el que me decían que no se hacían responsable del mantenimiento de sus productos si no los adaptaba al efecto 2.000. ¿Y entonces, cómo me habían dicho antes que no había posibilidad de adaptación? La solución es que te venden unos parches muy caros".