Varios países anuncian una revisión de sus centrales nucleares
El accidente de Japón ya ha tenido consecuencias en otros países. Tanto el presidente de EEUU, Bill Clinton, que ayer habló con el primer ministro japonés, Keizo Obuchi, como el primer ministro ruso, Vladimir Putin, reiteraron su oferta de ayuda. Varios expertos rusos están en contacto permanente con las autoridades del país asiático, según los medios de comunicación rusos.Clinton anunció la revisión de los sistemas de seguridad de todas las instalaciones nucleares del país. El hecho de que el incidente se haya producido en un país puntero en tecnología llevó a Clinton a reconocer que hay que "seguir trabajando" en este ámbito. También tomó nota la Comisión Europea, que subrayó la necesidad de garantizar la máxima vigilancia sobre esta industria. Y Lituania, el país que más depende de este tipo de energía, donde el responsable de Seguridad Nuclear se comprometió a incrementar las medidas de seguridad en torno a la central de Ignalina "tan pronto como sea posible".
Las autoridades de Ucrania, por su parte, confirmaron el cierre de la central de Chernóbil, que en 1986 registró el más grave accidente nuclear de la historia, hasta finales del año 2000.
Alemania y Francia
Tanto Alemania como el Reino Unido criticaron los errores que hicieron posible el incidente.En Alemania, donde gobierna una coalición de socialdemócratas y ecologistas, el accidente tuvo consecuencias más teóricas, al reabrir el debate sobre el abandono de la energía nuclear, que prometió abordar el canciller Gerard Schroeder. El ministro de Medio Ambiente, el verde Juergen Trittin, manifestó que el caso japonés pone en evidencia el peligro de las centrales nucleares para "la población, el medio ambiente y la economía", incluso en aquellos países "donde se cuenta con las máximas medidas de seguridad".Los verdes también forman parte del Gobierno francés, pero las otras dos fuerzas del Gobierno -socialistas y comunistas- apoyan decididamente esta forma de obtener energía por lo que el debate está menos polarizado.
El Gobierno español estará obligado a informar a la población en caso de accidente nuclear, según un acuerdo aprobado ayer por el Consejo de Ministros. La población afectada por una emergencia de este tipo, se produzca en España o en otro país, tendrán derecho a saber el origen, la magnitud, evolución y otras características del incidente "en la medida de lo posible".
El acuerdo también prevé facilitar información previa para hacer frente a este tipo de accidentes. El acuerdo no sólo afecta a las centrales nucleares, sino también a los accidentes que se produzcan en la gestión, transporte y almacenamiento de residuos radiactivos.
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