El Papa pide a los especialistas que informen sobre los riesgos del sexo

Fuegos artificiales, música casi celestial y un auditorio de jerarquías del Estado italiano y del Vaticano acompañaron ayer a Juan Pablo II en la barroca bendición de la restaurada basílica de San Pedro, el máximo templo de la cristiandad. El Papa aprovechó para abordar sus temas preferidos y, sobre el sexo, pidió a los especialistas que expliquen a la gente que el cáncer puede ser causado también por algunos comportamientos sexuales.

Todas las autoridades de la República italiana, empezando por su presidente, Carlo Azeglio Ciampi, y siguiendo por el primer ministro, Massimo D"Alema, ambos acompañados por sus respectivas esposas, tomaron asiento ayer en la espaciosa plaza de San Pedro, iluminada delicadamente para la ocasión. El Pontífice pareció decidido a cerrar la batalla estética sobre la restauración de la basílica, dedicándole palabras elogiosas. "Ha sido un trabajo hecho con maestría y competencia, que presenta la fachada de San Pedro en toda la majestad que Maderno le había otorgado", dijo.Juan Pablo II citó en sus palabras al Eni (Ente Italiano de Hidrocarburos), que ha financiado la restauración, que ha costado unos 800 millones de pesetas, utilizando las técnicas más modernas y, de paso, logrando una publicidad por todo lo alto, si se tiene en cuenta que la ceremonia de ayer la retransmitió Eurovisión.

Pero las palabras que causaron ayer mayor impacto fueron las dedicadas por Juan Pablo II a los oncólogos. Como es tradicional en él, defendió el valor de la vida y pidió a los doctores que se nieguen a practicar la eutanasia "aunque se lo soliciten sus propios pacientes".

Volvió a atacar el aborto, pero esta vez dijo a los ginecólogos que "una vida que está a punto de terminar no es menos preciosa que una que está a punto de empezar". E hizo hincapié en un tema menos tratado por el Pontífice: la importancia de los hábitos de vida en el mantenimiento de la salud. Desde ese punto de vista, instó a los especialistas a que expliquen a la gente que el cáncer, la más terrible enfermedad del siglo XX, puede ser causado también por factores sociales y personales, incluidos algunos comportamientos sexuales. Posiblemente se trataba de una referencia a los métodos anticonceptivos orales, aunque el Papa no fue más explícito.