Fracasan los intentos del PSOE y de IU para abaratar la tarifa plana por uso de Internet

Los más de dos millones de internautas españoles tendrán que seguir navegando sin una tarifa plana, al menos hasta que la anunciada tecnología ADSL esté operativa. No hay consenso político para ello. El Congreso rechazó ayer dos proposiciones no de ley, una del PSOE para fijar un precio para las conexiones a la red desde los hogares no superior a las 2.000 pesetas mensuales en horario punta diurno y a las 1.000 en horario reducido y superreducido, o 3.000 para el acceso de 24 horas al día. Tampoco se aceptó la tarifa de 3.000 pesetas mensuales propuesta por IU.

Ambos partidos esgrimieron un argumento similar: avanzar hacia la consideración de Internet como un servicio público esencial y paliar en lo posible que Telefónica lo monopolice. CiU ofreció una fórmula intermedia rechazada tajantemente por PSOE e IU: una tarifa plana transitoria que orientativamente no debe superar las 5.000 pesetas mensuales durante el día y 1.000 por la noche. Finalmente, desde el PP se echó abajo toda iniciativa de los demás grupos, al considerar que "el Gobierno ya está respaldando la tarifa plana", en referencia a la implantación de la tecnología ADSL que actualmente sólo se ofrece en Madrid y Barcelona, y que tardará tres años en cubrir toda la geografía española.Ha pasado un año desde que el Congreso aprobara por unanimidad una tarifa plana para usuarios de Internet que no superase las 5.000 pesetas. Hoy, sólo algunos internautas -los residentes en determinadas zonas de Madrid y Barcelona, donde Telefónica ha comenzado a ofrecer la tecnología ADSL- tienen garantizado un precio unitario, que se supone podrá aplicarse en cuestión de semanas, porque hasta la fecha los operadores no han publicado sus ofertas.

El PP estima esa cuantía en "poco más de 5.000 pesetas", y el resto de grupos políticos "en más de 10.000". La realidad es que cada operador que ofrezca el servicio deberá pagar a Telefónica un mínimo de 5.000 pesetas mensuales por conexión; si a ello se suma el margen de beneficios que se marque cada operador y el alquiler del módem necesario por el usuario -unas 2.000 pesetas mensuales- cabe prever que el precio duplique el estimado por el PP.

A la vista de este panorama, el diputado socialista Alfredo Pérez Rubalcaba defendió una proposición no de ley para que los usuarios que no pueden disfrutar del ADSL tengan mientras tanto "una tarifa complementaria" que no supere las 2.000 pesetas al mes en hora punta. También defendió que no se cobren las llamadas fallidas. Escéptico ante el escenario que se avecina, Rubalcaba expresó sus temores: "La ADSL no es una buena fórmula, porque está pensada para que Telefónica mantenga su monopolio con los proveedores y, además, es una tecnología que no se implantará nunca en todas las ciudades porque es de mala calidad y no es rentable". Para avalar la tecnología ADSL, el Gobierno ha defendido que es imposible establecer todas las conexiones a la red por la vía telefónica convencional sin evitar sobrecargas. Frente a ese argumento Rubalcaba señaló que "lo único saturado es la cuenta de Telefónica y la paciencia de los internautas". Desde las filas de IU, su portavoz de Telecomunicaciones, Felipe Alcaraz, lamentó el "excesivo dominio de Telefónica" en un servicio que debería ser declarado de "interés general". Según Alcaraz, ese amplio dominio de Telefónica tiene la culpa de que el servicio sea "caro y malo". IU defendió una relación de precios fijos en función de distintos horarios, días de la semana y cuotas mensuales o anuales. Por ejemplo, una tarifa plana de acceso durante 24 horas con una cuota mensual de 3.000 pesetas o anual de 30.000. También reclamó que no se cobren las llamadas fallidas.

CiU ofreció una alternativa a las propuestas de PSOE e IU. El diputado catalán Jordi Jané enfatizó que el Gobierno "ha sentado las bases para que exista una tarifa plana, pero no se ha adelantado mucho". Jané apostó por unos precios "transitorios máximos" de 5.000 pesetas al mes en horario diurno y 1.000 en horario nocturno que sean "orientativos" para que la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones "marque el mercado tarifario".

La propuesta catalana fue rechazada al unísono por PSOE e IU, descontentos con los términos "transitorio" y "orientativo". "La tarifa plana debe ser definitiva y el precio no puede ser orientativo porque el PP ya ha incumplido lo que aprobó esta Cámara hace un año", puntualizó Rubalcaba.

Tomás Burgos (PP) evocó la "política de liberalización de las telecomunicaciones emprendida por el Gobierno", lo que ha impedido, en su opinión, "que los ciudadanos sigan cautivos de ciertos monopolios como ocurría con Gobiernos anteriores". Tras acusar a los socialistas de convertir el debate "en una subasta de cuatreros" -expresión que tuvo que retirar a petición expresa del portavoz del PSOE, Luis Martínez Noval-, el diputado del PP insistió en que el Gobierno ya está respaldando la implantación de la tarifa plana, "algo que no sucedió con ustedes" (los socialistas). Y aseguró que los españoles tendrán la tarifa plana más baja de Europa.