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ELECCIONES CATALANAS

Aznar entra en la precampaña catalana y censura el 'victimismo' de sus socios

El presidente del Gobierno, José María Aznar, irrumpió ayer en la precampaña de las autonómicas catalanas con duras críticas hacia sus socios parlamentarios de Convergència i Unió (CiU), de quienes censuró su "victimismo". El jefe del Ejecutivo advirtió a los nacionalistas catalanes de que "juegan con fuego" al plantear recurrentemente el debate sobre el encaje de Cataluña en España. "¡No inventemos problemas ni discutamos permanentemente de cosas sin interés!", exclamó Aznar en un mitin ante un millar de apoderados e interventores del Partido Popular.

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El presidente cerró su jornada ayer en Cataluña con un mitin en Cornellà, una ciudad del cinturón de Barcelona de voto tradicionalmente socialista. Aznar fue muy crítico con sus socios de CiU, a quienes reprochó su "victimismo" y sus "proyectos confusos", entre los que citó "el grave error" de la defensa de la autodeterminación. Según recalcó, los grandes debates sobre el diseño del Estado carecen de sentido porque, en su opinión, han quedado completamente resueltos con la aplicación, en los últimos 20 años, de la Constitución y el Estatuto.Aznar ironizó sobre el supuesto "encaje" pendiente de Cataluña en España sobre el que teorizan los nacionalistas catalanes. A su juicio, ese discurso es "débil", "victimista" y sin conexión con la realidad.

También aprovechó Aznar para arremeter contra el "aguinaldo" que la Generalitat catalana aprobó para las pensiones más bajas y contra el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, por amenazar con abandonar el Pacto de Toledo si el Gobierno "continúa incumpliéndolo". El jefe del Ejecutivo pidió al líder socialista que no intente "superar" los errores "cometidos en las últimas semanas" con "otros errores" y reclamó una "reflexión razonable" sobre el futuro de las pensiones.

"Discursos difusos"

El presidente advirtió también del riesgo que a su juicio suponen las "aventuras federales" que propone el candidato socialista, Pasqual Maragall, y situó al PP como única garantía de la defensa del actual marco institucional frente a los "discursos difusos" de los socialistas. No obstante, Aznar pasó muy de puntillas sobre Maragall y centró sus reproches en el presidente de la Generalitat y aliado, Jordi Pujol, al que, no obstante, apenas citó.Aznar emplazó a Pujol a olvidar las reivindicaciones -CiU enfoca esta campaña con las priorides de elevar el techo del autogobierno catalán y obtener un nuevo sistema de financiación- y centrarse en la gestión. En ello, subrayó Aznar, Pujol tiene mucho por mejorar: le emplazó a no utilizar el sistema educativo como "herramienta política", a "respetar la cultura plural" y a bajar los impuestos y el endeudamiento.

Antes del mitin, frente a un grupo de empresarios convocados por Fomento del Trabajo (la patronal catalana, vinculada a la CEOE) el presidente anunció la sustitución del ministerio de Industria por otro de Innovación que potencie la investigación y el desarrollo y afronte el reto de las nuevas tecnologías. Esta apuesta por la innovación cobró un énfasis especial, ya que el discurso de Aznar se solapó con la presentación al Congreso de los Presupuestos Generales del Estado para el 2000, que reflejan un cuadro macroeconómico muy favorable. El Gobierno, dijo Aznar, ha sabido mantener el equilibrio y contener el déficit y ahora pide a las empresas que inviertan más en investigación -actualmente sólo les corresponde un 40% del total, frente a un 60% del sector público-. Para reforzar esta petición, Aznar subrayó que pone a disposición de la iniciativa el apoyo de su política económica y prometió ese macrodepartamento de investigación y tecnología.

Al jefe del Ejecutivo le preocupa más la innovación tecnológica que la inflación, pese a que el IPC ha sido revisado al alza por su Gabinete desde el 1,8% hasta el 2,4%. España tiene una inflación superior al 2%, pero, a diferencia de otros países del entorno, registra un crecimiento superior al 3,5% por cuarto año consecutivo, "gracias en gran medida a que se ha profundizado en la liberalización y la competencia", asegura Aznar. Durante la conferencia en Fomento del Trabajo, el presidente aseguró que no aceptará ninguna medida que varíe la actual receta económica puesto que, si se alcanza un superávit presupuestario en el año 2002 y se consolidan los actuales datos macroeconómicos -crecimiento por encima del 3,5% e inflación en torno al 2%-, "el objetivo del pleno empleo será asequible."

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