Las mujeres de El Palmar copan la mitad de los caladeros sorteados

Una estruendosa ovación remarcó el momento histórico que se vivía ayer a mediodía en la alcaldía pedánea de El Palmar, en Valencia. Tras un lustro de pleitos, las mujeres ganaban su batalla contra la discriminación sexual y tomaban parte, por primera vez, en el sorteo anual de puestos de pesca en L"Albufera. Su presencia fue tan masiva que coparon la mitad de los caladeros.

Antes de que se iniciara el sorteo -organizado por el Ayuntamiento de Valencia en cumplimiento de un acuerdo plenario al no convocar el acto la Comunidad de Pescadores- el teniente de alcalde, Alfonso Grau, informó sobre el último espaldarazo judicial que acababan de recibir: una resolución de la Sección Octava de la Audiencia de Valencia que ratificaba la legalidad del sorteo y rechazaba el recurso presentado por la Comunidad de Pescadores para reclamar que se suspendiera. Sin embargo, las repercusiones judiciales de esta polémica continuarán en los próximos días. El letrado de la comunidad, Francisco Davó, anunció que ha recibido instrucciones de sus clientes para estudiar la presentación de una querella contra el Ayuntamiento por un supuesto delito de usurpación de funciones y prevaricación. Además, algunos pescadores aseguraron que cerrarán la lonja para dificultar que las mujeres y sus simpatizantes puedan darle salida comercial a sus capturas y dijeron que practicarán la pesca ambulante, aunque el Ayuntamiento se lo prohíbe. Tampoco se han quedado cruzados de brazos los letrados de las demandantes. Mario Pérez Garrigues explicó que la Audiencia ha aceptado su petición y enviará en los próximos días un requerimiento a los miembros de la junta directiva de la comunidad. El oficio que les entregará en sus domicilios una comisión judicial les conminará a admitir a las demandantes y cambiar las normas sexistas de la comunidad. También les advertirá que, si incumplen esta resolución, pueden incurrir en un delito de desobediencia grave a la autoridad judicial. Fuera del local se desplegaron una docena de guardias civiles y diversas patrullas de la Policía Local para prevenir incidentes. Pero los miembros de la comunidad se quedaron en una calle adyacente y se limitaron a aplaudir con sorna a las demandantes y a colgar pancartas en las que pedían justicia. Situación transitoria Grau recordó que el Ayuntamiento organizaba el sorteo "de forma subsidiaria" por la pasividad de la comunidad y apostó por que "esta situación sea transitoria" y se recupere "la normalidad". En la mesa que presidía el sorteo le acompañaban el secretario municipal, Vicente Miquel; el jefe del gabinete jurídico del Consistorio, Néstor Ramírez; y el alcalde pedáneo, Vicente Dasí. Quien no acudió fue el edil de Pedanías y vecino de El Palmar Vicent Aleixandre, que había presidido los últimos sorteos. Grau hizo girar el pequeño bombo y extrajo la primera bola. "El 52, Luis Marco Montoro", anunció y los asistentes prorrumpieron en una ruidosa ovación. "Estamos emocionados porque llevábamos mucho tiempo esperando este momento y es muy significativo que el primer puesto haya sido para el marido de nuestra portavoz [Carmen Serrano]", comentó Antonia Bru, de 61 años. La segunda bola fue para una joven de 19 años, María José Estevens. Estaba tan nerviosa que tuvo que preguntarle a su padre qué caladero elegía. Uno a uno, los asistentes fueron pronunciando la frase de rigor ("Ave María Purísima") cuando salía su bola y se distribuyeron los 90 puestos de pesca fijos. El resto de los inscritos, hasta 163, practicarán la pesca ambulante. En el sorteo los apellidos eran los de toda la vida (Bru, Aleixandre...) pero los nombres femeninos (María, Carmen...) sonaban por primera vez. La mitad de los puestos (43) quedaron en manos de mujeres. Curiosamente, a las demandantes no les sonrió la suerte: sus bolas salieron cuando quedaban pocos puestos que elegir.