El fotógrafo Virxilio Vieitez retrata la Galicia rural de los años 50
El fotógrafo gallego Virxilio Vieitez (Soutelo de Montes, 1930) ha pasado a los museos con sus imágenes de la Galicia rural de los años cincuenta. Los retratos personales, en bodas, comuniones, velatorios, el registro en la mirada de los acontecimientos en un pueblo, han circulado en los dos últimos años como un descubrimiento. Una selección de ellos se exponen hasta el 31 de octubre en la sala del Canal de Isabel II, de Madrid (Santa Engracia, 125).
"No hay una referencia semejante en la historia de la fotografía española de los años cincuenta y sesenta, y muy superior a todo lo que se conoce", declara Manuel Sendón, uno de los comisarios de la exposición, junto con Xosé Luis Suárez, directores de la Fotobienal de Vigo y estudiosos del material de Virxilio Vieitez. En dos años, Vieitez ha pasado de ser un fotógrafo de pueblo retirado a tener sus fotos en museos de Francia. "Los visitantes estaban pasmados", dice Sendón sobre el impacto de las primeras imágenes que se expusieron en Vigo, "con una unanimidad absoluta".
Manuel Sendón vio la primera foto de Virxilio Vieitez en el verano de 1997, un retrato de una mujer con una radio, que anunciaba una exposición. En Soutelo de Montes pudo comprobar el fenómeno de una fotografía distinta a través de 40 obras que había preparado su hija, Keta Vieitez. Desde ese momento, Sendón y Xosé Luis Suárez empezaron a estudiar los negativos almacenados en latas, con copias de contacto y de estudio hasta tener 500 imágenes, de las que un centenar forma una exposición itinerante. Las fotos se muestran en la Fotobienal de Vigo, en 1998, y después pasan a la Agencia Vu, de París, y se publican en EL PAÍS (Tentaciones y El País Semanal). El museo Niepce, cerca de París, ha comprado una serie de 26 retratos, que aparece en la muestra de Madrid.
Naturalidad y dignidad
La sala de la Comunidad de Madrid, dedicada a montajes de fotografías, presenta el trabajo de Vieitez como un álbum entre los años 1955 y 1965, con el patrocinio de la Fundación Caixagalicia. El autor, aquejado de cataratas, no pudo asistir a la inauguración. En las cuatro plantas de una escenografía de arquitectura industrial se han distribuido los retratos de la vida en un pueblo de los años cincuenta, desde unos primeros planos (para el carné de identidad), personales o en grupo (con los haigas de los indianos, con gatos, con motos), en las callejas, en el campo, en la matanza, en velatorios, comuniones o cementerios.
Manuel Sendón destaca de los retratos su frontalidad y estatismo, la gran expresividad de las personas y sobre todo su "gran naturalidad y dignidad". Dice que recuerdan los trabajos de los grandes de la fotografía contemporánea, como Walker Evans, Diana Arbus, Richard Avedon o August Sander, nombres de los que Vieitez no tiene la más mínima referencia.
En la exposición sólo se recogen retratos en blanco y negro, que el autor realizó hasta 1970. Estas obras seguirán como muestra itinerante hasta el próximo año, con una primera parada en A Coruña.
Babelia
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