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Turquía anuncia una investigación sobre una posible red de tráfico de órganos de los muertos en el terremoto

El primer ministro turco, el socialdemócrata Bulent Ecevit, anunció ayer que abrirá una investigación para clarificar los rumores que apuntan a la posible actuación de una mafia de órganos vitales en la zona siniestrada por el terremoto que sacudió el noroeste de Turquía el pasado 17 de agosto.Una delegación formada por inspectores del Ministerio de Salud y de la Presidencia del Gobierno se encargará de verificar si, tal y como denunció la prensa turca tras el seísmo, se extirparon y robaron órganos vitales de los cuerpos sin vida recuperados de entre los escombros. Asimismo, se investigará la desaparición de 670 tiendas de campaña enviadas a la zona por el Gobierno de Noruega y de dos sanitarios móviles destinados al uso de los equipos israelíes que participaron en la labor de rescate. Los rumores sobre las consecuencias del devastador terremoto se extienden a la posibilidad de que numerosos niños que perdieron a sus padres en el siniestro fueran secuestrados con el objeto de ser vendidos posteriormente a parejas de alto poder adquisitivo afincadas en el oeste del país.

Un mes después de la tragedia, la población turca sigue sumida en un profundo estado de conmoción y desconcierto psicológicos y se ha convertido en un campo abonado para innumerables historias y rumores. Los habitantes de la zona afectada, en su mayoría inmigrantes llegados en los últimos años del sureste para trabajar en la gran industria, recurren a sus creencias religiosas para explicar el drama sufrido. Así, en los últimos días han surgido brotes de violencia entre islamistas locales y jóvenes cooperantes llegados desde las modernas Ankara o Estambul. El comportamiento occidental de estos últimos refleja, en opinión de los radicales islámicos, la decadencia moral del país, según ellos razón suficiente para provocar el castigo divino del terremoto del día 17.

A todo ello contribuyen igualmente las sucesivas réplicas del seísmo que están teniendo lugar estos días en la costa del Mar de Mármara. Así, a la sacudida de 5,8 puntos en la escala de Richter registrada el pasado lunes en los alrededores de Izmit, se suman las numerosas réplicas de menor intensidad que están teniendo lugar en esta región y que son puntualmente retransmitidas por las cadenas de televisión turcas.

Sin embargo, la principal tarea del Gobierno turco en estos momentos se centra en realojar a las 600.000 personas que llevan más de cuatro semanas durmiendo en los campamentos provisionales instalados en los alrededores de las localidades más perjudicadas.

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