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200 fotografías revelan casi medio siglo de miserias y atrocidades que dejó la Guerra Civil en Euskadi

Asomados ya a este fin de milenio, la sala de exposiciones de la Kutxa (Garibai, 22) presenta hoy la segunda parte de su exposición Un siglo de fotoperiodismo, que recorre puntualmente los avatares de una época especialmente convulsa, aquélla que transcurrió entre 1936 y 1970. Las casi 200 fotografías seleccionadas por el fotógrafo Juantxo Egaña reflejan las atrocidades cometidas durante la Guerra Civil, las costumbres de una San Sebastián amordazada por la dictadura de Franco, el glamour de quienes la visitaban y el surgimiento de artistas conocidos como el grupo Gaur.

De las paredes de la Sala de la Kutxa cuelgan un sinfín de recuerdos, fragmentos de una historia reciente que permanece en la memoria de quienes la vivieron o padecieron. Las 200 fotografías, diseminadas por las cuatro salas, van desgranando un periodo que arranca en 1936, en plena II República y concluye en 1970 cuando surgen aquellas tímidas voces que reclamaban la palabra y la voz. Las imágenes, extraídas de los fondos de la fototeca de la Kutxa y las donaciones de fotógrafos de la época, se suceden como un relato histórico de indudable realismo. La exposición permanecerá abierta hasta el próximo 26 de septiembre. El recorrido se inicia ante un panel del que cuelgan tres fotografías ampliadas que resumen ese periodo. En la primera de ellas, cinco jóvenes milicianos republicanos posan frente al Ayuntamiento de San Sebastián con sus raídas ropas ante un carro en el que se puede leer: "Soldados, no tirar. Somos la República". Es el comienzo de un periplo que recogen imágenes durísimas de un País Vasco azotado por la guerra (bombardeos en San Sebastián, Elgeta, Éibar, Durango, Amorebieta, etcétera), los fusilamientos (frente a la tapia del cementerio de Bilbao), o el hacinamiento en las cárceles (la de mujeres en Saturrarán y hombres en la prisión de Ondarreta). La primera de las salas de la Kutxa alberga en imágenes los prolegómenos de todo ese horror, con un jovencísimo Santiago Carrillo dirigiéndose a sus correligionarios desde la Plaza del Chofre o la proclamación del primer Gobierno vasco en Gernika, allá por 1936, y la contienda civil. Un nazi en San Sebastián Los durísimos tiempos de silencios en San Sebastián, convertida en el reposo del guerrero golpista, marcan la temática de una segunda sala supeditada a los rigores de la dictadura y su imposición religiosa. El Azor fondeado en la bahía, el paseo del Reichfürer Himmler por la plaza de Guipúzcoa o las procesiones religiosas contempladas por unos ciudadanos con el brazo en alto son las imágenes que se suceden durante ese periodo de amordazamiento. El glamour de un festival de cine que recibe visitas como las de Hitchcock o Lex Baxter, las fiestas de los toros en El Chofre, el deporte y otros acontecimientos de la época dan un respiro al visitante, quien sale reconfortado tras ver el resurgir de la voz de un pueblo. Como la que alzó el grupo Gaur, compuesto por Oteiza, Chillida, Amable, Basterretxea, Mendiburu, Ruiz Balerdi, Sistiaga o Zumeta. La Kutxa completará este recuerdo al siglo que se agota con la exposición 1971-1999.

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