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56ª MOSTRA DE VENECIA

Lección de sinceridad de Sergi López y Jang Sun Woo

En la sala de conferencias del casino del Lido, donde se desarrollan normalmente las ruedas de prensa de la Mostra, se escuchan pocas veces declaraciones sinceras. Preguntados sobre sus películas, los rodajes o las relaciones de trabajo durante la elaboración de tal o cual filme, directores, actores y productores contestan normalmente adornando con grandes adjetivos la realidad. "Experiencia fantástica", "ha sido maravilloso trabajar con tan extraordinarios actores", son las frases de rigor. Pero, en raras ocasiones, alguien se salta el guión e improvisa sobre la tarima. El sábado fue el joven actor catalán Sergi López, intérprete de la película francesa Une liaison pornographique, el que dejó atónitos a los periodistas acreditados que se dignaron hacerle alguna pregunta, fascinados como estaban por su compañera en la película, Nathalie Baye. ¿Qué se siente actuando ante una actriz de tal envergadura, todo un mito en Francia?, preguntó alguien. López contestó con toda naturalidad que no se había sentido intimidado, ya que no va mucho al cine y por tanto ignoraba la fama de su compañera.

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Película aburrida

En la misma sintonía un poco desconcertante se mantuvo ayer Jang Sun Woo, de 47 años, director de la película de Corea del Sur Gojitmal (Mentiras). El filme traía fama de transgresivo y escandaloso por el simple hecho de estar basado en una novela pornográfica (Cuéntame una mentira) del escritor coreano Jang Jung Il, que ha sido prohibida en Corea. El filme narra en 112 minutos de proyección, de forma meticulosa y detallista, los encuentros eróticos primeros, y sadomasoquistas después, entre un escultor de 38 años y una jovencita de 18 años. La crítica de Venecia lo ha encontrado terriblemente aburrido, y en la sala de prensa, Jang Sun Woo hubo de enfrentarse ayer a un auditorio poco comprensivo con las dificultades de la creación artística en Corea del Sur. Pero el director se defendió con energía a través del traductor. "Si la película es aburrida, no es culpa mía", dijo Sun Woo, "el amor, e incluso la vida, con mucha frecuencia es bien poco emocionante. Y yo quería presentar el amor tal y como es, sin ficción de ninguna clase, sin embellecerlo ni afearlo". ¿Por qué ha rodado esta película escandalosa para la censura coreana en la que los dos actores principales son absolutos principiantes: ella, una modelo; él, un escultor en la vida real? "Por la simple razón de que me lo pidió el productor", añadió Jang Sun Woo. Por si esto fuera poco, el director coreano reconoció que la novela en la que se basa el guión no le ha gustado nunca.

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