Padres de acogida, no adoptivos

A Galina, de 13 años, la llamó directamente por teléfono el director del orfanato para que entrara en razón y volviera.No accedió. Galina habla ruso, español y bable, estudia 2º de ESO y tine buenas notas. Viene de una historia familiar dolorosa y lejana. ¿Por qué iba a volver? "Cuando vine firmé una carta indicando que lo hacía voluntariamente.¿Por qué no vuelven a preguntármelo? ¿O soy propiedad del Estado?".

"El tema es complejo y la situación irregular pero hay que compatibilizar la ley de Extranjería con la salvaguarda de los menores y el aspecto sentimental", afirma el delegado del Gobierno en Asturias, Fernando Fernández Noval. "Colaboraré con las autoridades rusas, pero velando por los niños al mismo tiempo".

"Hay que respetar los compromisos y saber que la acogida no es una adopción", dice Julia García, madre de una niña que sí volvió con su tutor. En el acta firmada por las familias al hacerse cargo de los niños, el orfanato les exigía que renunciaran a la adopción aunque les declarara idóneas para la acogida. Con el tiempo, sin embargo, se ha dado una situación de hecho: tanto las cinco familias con hijos biológicos como las cuatro que no los tienen consideran a los niños de la familia.

La fórmula de la cogida era positiva pero ahora se ha convertido en un atolladero jurídico. Para salvar ese escollo Alexei Aksenov no se opone ya a la adopción cuando sea factible. Pero es necesario que el niño vuelva, reiteró en su última visita. Una vez allí, será más fácil tramitar su vuelta o adopción. Pero los padres no se fían.