Un convenio permite catalogar la arqueología industrial

La Generalitat Valenciana aportará cinco millones de pesetas para realizar el inventario de patrimonio arqueológico industrial valenciano, a través de un convenio de colaboración entre la Consejería de Cultura, Educación y Ciencia, y la Universidad de Valencia que el Consell aprobará en su próxima reunión plenaria. El departamento de Historia del Arte de la Universidad de Valencia desarrollará, mediante este convenio, la actividad investigadora y emitirá un informe final estableciendo las conclusiones a que se llegue en el mismo. El área geográfica elegida para la realización de este estudio es la formada por la ciudad de Valencia y los municipios de Alboraia, Tavernes Blanques, Almàssera, Alfara del Patriarca, Vinalesa, Montcada, Godella, Burjassot, Mislata, Xirivella, Benetússer y Sedaví, ya que el patrimonio arquitectónico industrial de esta zona está constantemente amenazado por el avance constructivo y la expansión urbana de toda el área metropolitana de la capital. Revalorización El patrimonio arqueológico industrial está estrechamente ligado al largo proceso de urbanización de las ciudades durante los último años del siglo XIX y a lo largo de todo el siglo XX y también al abandono de la vida rural y a la concentración de la propia industria en la ciudad. El movimiento de revalorización del patrimonio industrial, extendido por todo el mundo durante las últimas décadas, nació alrededor de 1962, y ha sido definido a través de la arqueología industrial como una disciplina histórica. En España, el origen de la arqueología industrial se sitúa en los comienzos de los años ochenta, y se formaliza a través de las I Jornadas sobre Protección y Revalorización del Patrimonio Industrial. Además de la zona que ahora se estudiará, hay en la Comunidad Valenciano núcleos de gran importancia para el patrimonio industral como Alcoy o Sagunto.