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La Comisión abrirá otra investigación sobre las subvenciones al lino español

Xavier Vidal-Folch

La Comisión Europea abrirá una tercera investigación sobre las subvenciones comunitarias al cultivo del lino español, con objeto de recuperar de Madrid el dinero presuntamente defraudado. Éste es el compromiso adoptado por el actual -y futuro- comisario de Agricultura, Franz Fischler, en la audiencia parlamentaria previa a la investidura del colegio que encabezará Romano Prodi. Los dos grandes grupos, populares y socialistas, tienden a un pacto para darle un aprobado general.

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El pacto está servido

Fischler se comprometió anteanoche a esta nueva investigación en nombre de la futura Comisión, con la intención de evitar nuevos fraudes porque las actuales ayudas "son una atracción para quienes producen lino de baja calidad", una "invitación" a los cazaprimas. Esta investigación se realizará después de que hayan concluido las iniciadas por la Fiscalía Anticorrupción española y el Organismo de Lucha contra el Fraude (OLAF) comunitario, precisó ayer un portavoz del comisario, siempre que éstas constaten, como supone el Ejecutivo comunitario, que ha habido en España evaporación ilegal de dinero comunitario. El objetivo de Fischler es recuperar de Madrid el dinero presuntamente defraudado, añadió el portavoz. En la temporada 1988-1999, las subvenciones europeas al lino español han alcanzado un total de 10.000 millones de pesetas, pero se ignora cuál es la parte dudosa. Pero además pretende con ello forzar al Consejo de ministros a aceptar "este otoño" una reforma de las ayudas a este cultivo y al arroz que éste ya le ha tumbado en varias ocasiones. Su propuesta es rebajar las subvenciones individuales -aunque no el montante global- porque resultan demasiado altas y atraen a operadores que no eran productores y que a veces las absorben para luego no comercializarlas. El proyecto es que lleguen directamente a los agricultores, evitando los intermediarios. "El caso español ayudará a convencer a los ministros", resumió la misma fuente. La apertura de esta nueva investigación prefigura una situación insólita, la de un comisario -Fischler- reclamando la devolución de subvenciones europeas a un país, sentado frente a una vicepresidenta -Loyola de Palacio- que era la titular de Agricultura de ese país cuando se otorgaron las ayudas. De Palacio obtuvo ayer en el hemiciclo la recomendación positiva sobre su idoneidad para el cargo, aunque con reparos, como estaba previsto. Fue un aprobado raspado y condicional. Su comparecencia "satisfizo a la mayoría" de la comisión parlamentaria en cuanto a su "experiencia profesional y política", aunque "algunos miembros expresaron reservas sobre su capacidad para asegurar un adecuado control del manejo de los fondos públicos y en consecuencia reservan su postura hasta el resultado de la actual investigación", reza el texto de la carta finalmente consensuada. Pese a ello, la ex ministra manifestó su "satisfacción", ya que "la carta es globalmente positiva, al margen de algunas críticas". De Palacio aseguró que este revés "no tiene porqué influir" en el ejercicio de su responsabilidad como encargada de las relaciones de la Comisión con el Parlamento y manifestó que el presidente Prodi la felicitó por el resultado. Su comparecencia, por ser la primera, ha marcado el tono. Aunque con mayor suavidad -quizá porque había asuntos menos espectaculares o recientes-, los parlamentarios populares han pagado a los socialistas con la misma moneda que éstos lanzaron sobre De Palacio en su trato a los aspirantes socialistas a comisario. Aunque al finlandés Erkki Liikanen le aplicaron guante de seda -apenas le recriminaron porqué no había hecho en cinco años las reformas que postulaba- aplazaron hasta hoy la redacción de la carta-dictamen sobre él. Titubeantes y vagas La derecha se cebó en la aspirante verde a la comisaría de Presupuestos, Michaele Schreyer. Era una venganza anunciada -y que suscitaba mucha expectación- desde que el canciller socialdemócrata Gerhard Schröder actuara sectariamente impidiendo el acceso de un democristiano a Bruselas. De "titubeantes y vagas" tildó sus respuestas la alemana del PPE Dietmut Theato. Más caballeroso, su colega francés Jean-Louis Bourlanges alabó su "notable profesionalismo para evitar las trampas que se le tienden, pero es un profesionalismo ambiguo". Si se salva, como parece, se salvarán todos sus colegas. Huele a pacto.

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