El debú de Banderas como director y el último filme de Kubrick centran el festival

Es difícil encontrar un común denominador en las películas que se proyectarán en la 56ª Mostra del Cine que se inaugura hoy en Venecia y que será clausurada el 11 de septiembre. Algunos críticos italianos se han empeñado en resaltar la abundancia de historias de sexo, rozando algunas lo pornográfico, empezando por la esperada última obra del fallecido Stanley Kubrick, Eyes wide shut, con la que se abre la Mostra. Lo cierto, sin embargo, es que la diversidad más absoluta domina un programa en el que la única seña de identidad es el continuismo con pasadas ediciones.

La 56ª Mostra de Venecia está cargada de filmes franceses y norteamericanos que representan la mitad de las 18 producciones que compiten por el León de Oro. La otra mitad es absolutamente multiétnica, con la lógica presencia de dos títulos italianos que no ha sido nada fácil seleccionar a la vista del panorama semidesértico de la cinematografía nacional de calidad. Este año, la presencia española en el concurso se limita a Antonio Banderas, que se estrena como director de una producción estadounidense Crazy in Alabama (Locos en Alabama).Eyes wide shut (cuya posible traducción sería algo así como Ojos completamente cerrados), última película de Kubrick, se presenta, en realidad, como el gran gancho de esta Mostra que viene con una carga muy modesta de grandes producciones. Tanto la viuda de Kubrick como la pareja protagonista, Tom Cruise y Nicole Kidman estarán presentes esta tarde en la sesión inaugural en la que se proyectará el filme, presentado ya en Estados Unidos, donde ha sido recibido con moderado entusiasmo por la crítica.

Por lo demás, la Mostra arranca con un abultadísimo programa donde las 18 películas de la selección oficial no representan más que la punta del iceberg del espesísimo repertorio fuera de concurso. El nuevo director de la Mostra, Alberto Barbera, se ha declarado satisfecho de la selección: "Son películas para todos los gustos". Y, desde luego, la selección es variada si nos atenemos a las nacionalidades de los filmes que concursan: austríaco, polaco, portugués, iraní, británico, dos chinos y uno de Corea del Sur.

Pocos conocidos

Tanta diversidad se traduce en pocos nombres conocidos en los títulos de crédito. Entre los directores, aparte de la curiosidad suscitada por el debú de Banderas, despiertan especial interés el último trabajo de la neozelandesa Jane Campion, Holy smoke, que relata la experiencia mística de una joven (Kate Winslet) en India; y un filme insólito del británico Mike Leigh, Topsy Turvy, ambientado en la Inglaterra victoriana. El maestro chino Zhang Yimou compite con Not one less, historia de una maestrita improvisada en una escuela. Otro compatriota, Zhang Yuan, presenta un filme con pretensiones críticas que muestra la situación de las cárceles chinas, Seventeen years, y que al final no ha obtenido el visto bueno de las autoridades de su país, por lo que acudirá a la Mostra bajo bandera italiana. No falta tampoco el iraní Abbas Kiarostami, con una nueva y enigmática historia del Kurdistán iraní, esta vez coproducida por Francia y con título francés, Le vent nous emportera.

Estados Unidos trae cuatro producciones de directores casi desconocidos. Hay sólo dos filmes italianos (tres, si se añade el de Zhang Yuan, producido con dinero italiano), y ambos están firmados por realizadores de los que nadie ha oído hablar: se trata de Apassionate de Tonino de Bernardi, ambientada en Nápoles, y A Domani, de Gianni Zanasi, la historia de una fuga juvenil.

Entre tantos nombres nuevos figuran veteranos, como Michael Caine, que da el toque europeo a la cinta norteamericana The cider house rules, o Catherine Deneuve, imprescindible en Venecia. Entre las actrices que se esperan con más interés figura Melanie Griffith, convertida en una simpática y enloquecida ama de casa que huye del hogar en Crazy in Alabama, dirigida por su marido, Antonio Banderas.