Las víctimas de la dictadura chilena creen que se busca una 'ley de punto final'

La instalación en Chile de la mesa de diálogo entre militares y abogados defensores de los derechos humanos, considerada por el Gobierno como un paso importante para la reconciliación nacional, fue criticada por las organizaciones de familiares de las víctimas de la dictadura por ven en ella un intento de tranquilizar a la institución castrense y de buscar su impunidad.En el Gobierno, la iniciativa es valorada, aunque se considera que sus resultados son inciertos. Mientras el presidente, Eduardo Frei calificó la reunión del sábado como "un gran avance" para dejar atrás las heridas del pasado, el ministro portavoz del Gobierno, Carlos Mladinic, insistió en que cualquier solución requiere la participación de los familiares de las víctimas. Pero éstos, a través de sus dos principales organizaciones -las Agrupaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) y de Parientes de Ejecutados Políticos-, rechazan la iniciativa porque creen que detrás de ella está el intento de lograr una ley de punto final para dejar en la impunidad los crímenes de los militares durante la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990).

La presidenta de la AFDD, Viviana Díaz, lamentó la participación en el diálogo de cuatro abogados destacados por su defensa de las víctimas de Pinochet, y criticó que en la mesa "se busca la impunidad para los violadores de los derechos humanos", aquella que no se ha podido lograr en 25 años. Díaz cree que el camino a la reconciliación debe pasar por que el Ejército reconozca su participación en los atropellos, se arrepienta y entregue la información que tiene a la justicia.

Viviana Díaz también contestó al jefe del Ejército, el general Ricardo Izurieta, que el viernes, en la víspera de la reunión de diálogo, pidió terminar la transición para lograr la unidad nacional. "¿De qué unidad habla [Izurieta] si él protege a criminales que le quitaron la vida a mujeres embarazadas, a niños, por pensar distinto?". La esposa de un ejecutado en la dictadura, y abogada especializada en derechos humanos, Carmen Hertz, afirmó que la mesa de diálogo busca un "blanqueo" o punto final, rebajar la presión de los militares y generar un clima que favorezca el regreso de Pinochet. "Los familiares no podemos negociar ahora, cuando los tribunales están dando señales de avanzar en la justicia", advirtió