Zarautz nombra al escultor Jorge Oteiza Amigo Predilecto de la Villa
El Ayuntamiento de Zarautz nombró ayer al escultor guipuzcoano Jorge Oteiza (Orio, 1908) Amigo Predilecto de la localidad y le concedió la medalla honorífica de la villa. Estas distintiones suponen un reconocimiento a la trayectoria de uno de los artistas más polémicos que ha dado el País Vasco. El anciano escultor, residente habitual en esta localidad costera, no asistió al acto organizado en su honor. El pintor Juan Luis Mendizabal disculpó su ausencia: "Jorge quería venir. Lo que pasa es que se fatiga", dijo.
La ausencia de Oteiza a última hora no sorprendió en exceso. El escultor, que cumplirá 91 años en octubre, ha faltado en más de una ocasión a homenajes e inauguraciones de obras propias. En todo caso, la reunión de ayer revestía una significación especial para un artista de Orio que decidió afincarse en la localidad vecina. Se le quería agasajar con calor, pero no fue posible. Oteiza delegó en su amigo y pintor Juan Luis Mendizabal la tarea de recibir todas las distinciones. Fue en un acto celebrado en el salón de plenos de Zarautz, presidido por la alcaldesa Maite Etxaniz. Mendizabal, que transmitió el agradecimiento de Oteiza por ambos reconocimientos excusó al escultor y garantizó a los más dados a las especulaciones: "Jorge está en un momento muy bueno y quería venir. Lo que pasa es que se fatiga, se cansa como todo el mundo, se acuesta un poco tarde y le cuesta levantarse". El pintor despejó así posibles dudas sobre el estado de salud del escultor que el pasado año estuvo ingresado en un hospital de San Sebastián. Y agregó: "quizá se hubiese animado a acudir si esta celebración se hubiera organizado por la tarde". El acto se desarrolló tal y como estaba previsto. Andoni Egaña improvisó un verso sobre la excelencias del escultor, y la banda de música amenizó la ceremonia. Entre el público se encontraban el ex alcalde de la localidad, Imanol Murua, y diversos representantes de la cultura vasca, como el escritor Anjel Lertxundi. Oteiza ha protagonizado una trayectoria fecunda que se niega a abandonar. A sus 90 años, el escultor, quien fue reconocido con el Premio Príncipe de Asturias, se encuentra embarcado en la aventura de supervisar la marcha de las obras de la fundación- museo que llevará su nombre en Alzuza, a cinco kilómetros de Pamplona. El artista no fue el único distiguido ayer por sus méritos. El Ayuntamiento también reconoció el trabajo de Haur Kultur Taldea con la Medalla al Mérito Cultural y otorgó la del Mérito Deportivo a la Sección de Balonmano del Club de la localidad.
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