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La misma muerte, pero más fácil

Amaya Iríbar

La muerte también se actualiza en el nuevo Real Decreto que prepara el Gobierno para poner al día la normativa sobre trasplantes. No es que se defina un nuevo concepto o se adelante el momento de su constatación, sino que se facilita su diagnóstico. Para ello se elimina la obligatoriedad de algunas pruebas, que no sólo no son siempre necesarias sino que pueden hacer perder un tiempo precioso en un campo, como los trasplantes, que siempre lucha contra el reloj.Es el caso del electroencefalograma, una prueba que se exige desde 1980, fecha del anterior decreto sobre la materia, para certificar la muerte de un paciente, y que "no siempre es necesario", explica la coordinadora nacional de Trasplantes, Blanca Miranda.

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El nuevo texto sólo exige una exploración clínica completa y una prueba complementaria para constatars la muerte de un individuo. Y frente a lo que ocurría hace 19 años, cuando la legislación sólo hacía referencia a la muerte cerebral, la nueva normativa habla de "cese irreversible de las funciones cardiorrespiratorias" o "encefálicas" para certificar un fallecimiento. Cada una de ellas, constatada por un médico, podrá abrir el camino de la donación.

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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