"Yankee come home"

El renglón en el que Pastrana ha salido mejor librado es el del manejo de su política internacional, en especial por su programa bandera "diplomacia para la paz". Pero a este logro algunos le empiezan a ver otra cara: dicen que esta "diplomacia para la paz" ha internacionalizado la guerra, abriendo las puertas a un posible intervencionismo. Hoy, como nunca, se habla de una posible intervención militar por parte de EEUU, y hoy, como nunca, EEUU parece interesado en meterle el diente al conflicto colombiano. Mañana lunes llegará a Bogotá una delegación de alto nivel para examinar el apoyo de EEUU al proceso de paz, y la situación de emergencia que vive este país es considerada como un problema de "seguridad nacional" en EEUU y vista como una amenaza para los países vecinos.En su reciente visita, el zar antidrogas estadounidense, Barry MacCaffrey, justificó el apoyo militar al Ejército colombiano porque "hay cientos de narcotraficantes criminales, más de 17.000 narcoguerrilleros y 6.000 paramilitares involucrados en el negocio de la droga, y la policía -encargada de la lucha antidroga- no puede, sola, oponerse a esa amenaza criminal".

La semana pasada se inauguró, con apoyo de EEUU, la brigada fluvial que controlará a "la guerrilla y a los narcotraficantes" en más de 8.000 kilómetros de ríos. Y ya están recibiendo entrenamiento estadounidense los 1.000 soldados del batallón que tendrá por misión combatir cultivos, pistas y "la red de apoyo al narcotráfico de la que forman parte las FARC". "No existe el fantasma de la intervención", han dicho ya Pastrana, sus generales y su ministro de Exteriores. Y también Clinton y su zar antidrogas. Algunos recuerdan que el expresidente de EEUU George Bush dijo lo mismo antes de invadir Panamá. Pero no se piensa en un ejército de marines desfilando por las calles de Bogotá; se ve venir una invasión de asesores, equipos, aviones espías y dólares estadounidenses. Las encuestas empiezan a reflejar lo que hasta hace unos años era impensable: que la mayoría de los colombianos, el 61%, apuesta por una intervención como única salida a la insoportable situación del país. Atrás quedaron los años de los gritos y pintadas: "¡Yankee go home!".