Irak quiere recuperar su cielo
Los iraquíes están hartos de la agresión continua contra su territorio que suponen los bombardeos sobre las "zonas de exclusión aérea" del norte y el sur de su país. Tras muchas quejas y advertencias, el Gobierno de Bagdad ha pasado a la acción y está aumentando sus defensas antiaéreas para evitar las patrullas de aviones estadounidenses y británicos en esas regiones, y para recuperar la soberanía sobre todo su espacio aéreo. Así lo ha anunciado el teniente general Shahin Yasín, jefe de la defensa antiaérea, quien esta semana ha amenazado con convertir el cielo iraquí "en un infierno" para los aviones enemigos.Los primeros en dar la voz de alarma fueron los satélites espía estadounidenses. "Los iraquíes parecen estar desplegando algunos misiles tierra-aire y otras fuerzas en la zona de exclusión aérea sur", alertó el pasado martes el portavoz del Pentágono, Kenneth Bacon. Al día siguiente, el teniente general Yasín reconocía implícitamente esta actividad y aclaraba sus intenciones.
"Muy pronto, nuestros cielos se verán libres de [aviones] enemigos", aseguraba el responsable militar en declaraciones al diario Al Zaura, del gobernante Partido Baaz. Según el general Yasín, Irak "convertirá su espacio aéreo en una montaña de fuego para hacer frente a los agresores hasta que sean completamente derrotados".
Esta nueva andanada dialéctica es la culminación de una campaña iraquí contra la merma de soberanía que representan las zonas de exclusión aérea. La medida, concebida tras la guerra del Golfo para proteger a las comunidades kurda y shií de eventuales ataques de las tropas del régimen, no está incluida en las resoluciones de la ONU y se ha convertido ocho años después en una guerra de baja intensidad contra Irak, librada unilateralmente por Estados Unidos y el Reino Unido. Francia, que inicialmente participó en esas patrullas aéreas, se ha ido desmarcando de esa política a la vez que mostraba una actitud más flexible hacia el embargo al que está sometido el país árabe.
La ONU, dividida
La causa iraquí también cuenta con la simpatía de China y Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde ambos miembros permanentes han criticado recientemente los bombardeos angloestadounidenses. Sin embargo, ese órgano sigue dividido, lo que no ha permitido tampoco la adopción de ninguno de los proyectos de suspensión del embargo presentados, uno, por Estados Unidos y el Reino Unido, y otro, más generoso, por Francia y Rusia.A pesar de que los disparos de las baterías antiaéreas iraquíes contra quienes visitan su cielo no son infrecuentes, los aviones estadounidenses y británicos rara vez corren peligro, ya que vuelan por encima del alcance de los misiles que intentan ahuyentarlos. Ahora, sin embargo, el cansancio de Bagdad, con una situación a la que no ve salida, los movimientos de sus tropas en el sur del país hacen temer que las amenazas iraquíes sean algo más que una bravuconada.
"Evidentemente, observamos [los movimientos iraquíes] con mucha atención y tomamos todas las medidas posibles para adaptar nuestras misiones en consecuencia", añadió Bacon el martes. El portavoz del Pentágono también se hizo eco de "recientes violaciones" de las zonas por parte de Irak, aunque no especificó en qué habían consistido.
El hecho es que los incidentes se han multiplicado desde la Operación Zorro del Desierto, del pasado diciembre. Un nuevo bombardeo el pasado miércoles (en el que Irak denunció la muerte de un civil y dos heridos) elevó a 109 el número de ataques reconocidos por el Pentágono en lo que va de año (66 en el norte y 43 en el sur). Una semana antes se habían producido 17 víctimas mortales.
El mando militar estadounidense siempre califica estas operaciones de "autodefensa". De acuerdo con sus portavoces, los pilotos responden así a los disparos de las baterías antiaéreas iraquíes, pero en ocasiones ha bastado con que los soldados de Sadam Husein les captaran en sus radares para que lanzaran sus bombas y proyectiles. Según el recuento de Bagdad, que insiste en la ilegalidad de la medida, son casi 11.000 las visitas efectuadas por los aviones estadounidenses y británicos desde el pasado mes de diciembre de 1998.
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