Anjelica Huston y Vanessa Redgrave, galardonadas con el Premio Donostia

Las dos pertenecen a familias vinculadas al cine y al teatro y han hecho honor a la profesionalidad de sus sagas. Las actrices Vanessa Redgrave y Anjelica Huston recibirán el Premio Donostia de la 47ª edición del Festival de Cine de San Sebastián, que se celebrará entre el 16 y el 25 de septiembre. Su presencia en la capital guipuzcoana promete convertirse en uno de los acontecimientos estelares del certamen, que reconoce así su trayectoria cinematográfica.

La concesión a Redgrave y Huston de este galardón completa el palmarés de Premio Donostia, que este año rinde también tributo al trabajo de Fernando Fernán-Gómez. El certamen donostiarra ha apostado a caballo ganador con el reconocimiento a dos de las grandes damas del celuloide internacional, con una carrera más que sólida que todavía promete dar mucho más de sí. Inglesa y norteamericana, ambas son herederas de una tradición familiar ligada al séptimo arte y al teatro a la que han sabido dar continuidad. Pero no es ése su único mérito. La dirección del certamen no olvida que ambas actrices han vivido "entregadas a la defensa de las ideas más progresistas y comprometidas con la sociedad", según el comunicado en que ayer dio cuenta del galardón. Ahí está su valor añadido.Vanessa Redgrave, hija del actor Michael Redgrave y la actriz Rachel Kempson, jugó al teatro y al cine desde niña. Sus primeros pasos profesionales estuvieron ligados al teatro, hasta que Antonioni la escogió en 1966 para convertirla en la imagen del Londres más moderno y libre en Blow up. El cineasta consiguió con ello que Redgrave se convirtiera en símbolo del renacer del cine británico de la época con las nuevas hornadas de directores: trabajó con Karel Reisz en Morgan, un caso clínico, película que le sirvió en bandeja de oro el premio a la mejor actriz en Cannes en 1966. Se le recuerda también por sus papeles en Camelot, de Joshua Logan, o en Julia, una película dirigida en 1977 por Fred Zinneman que le permitió expresar en la gran pantalla sus preocupaciones sociales.

Vanessa Redgrave ha sabido compaginar su condición de activista política en favor de las clases más oprimidas con ensayos y largas horas de grabación. Esta militancia expresa no ha supuesto una barrera a su carrera cinematográfica. En el Festival de San Sebastián de 1997 se pudo ver a Redgrave en Mrs. Dalloway, en el papel de una mujer de la alta burguesía inglesa. La actriz, casada con Tony Richardson, primero, y Franco Nero, después, es madre de dos actrices y de Gabriel Carlo Nero, un actor debutante. Con él acaba de rodar The Uninvited Guest, su última película. Su biografía tiene muchos puntos en común con la de Anjelica Huston. Hija de John Huston, se empeñó en ser actriz y lo consiguió a pesar de la oposición de su padre. Debutó en Paseo por el amor y la muerte con 18 años. Pero no fue hasta 15 años después cuando destacó en El honor de los Prizzi, en la que trabajó junto al que fue muchos años su compañero sentimental, el actor Jack Nicholson.

De la reconciliación con su padre nació en 1987 Dublineses, la última producción que dirigió el cineasta. Desde entonces, Anjelica Huston no ha dejado de trabajar y se ha labrado una carrera en la que figuran títulos como Los timadores, de Stephen Frears (1990); La familia Adams, de Barry Sonnenfeld, en 1991; Misterioso asesinato en Manhattan, de Woody Allen (1993) o Cruzando la oscuridad, de Sean Penn (1995), entre otras.

La actriz ha seguido la estela de su padre estos últimos años. En 1996 dirigió Bastard out of Carolina, un crudo filme sobre las relaciones familiares, y se desdobló como directora y actriz en Agnes Browne, su último trabajo.