"Nunca será posible crear órganos en los laboratorios"
La presentación en sociedad de Dolly cuando tenía ya siete meses, en febrero de 1997, cambió la vida de Harry Griffin y de todo el equipo de científicos del Instituto Roslin de Edimburgo. Griffin colecciona artículos publicados en la prensa sobre el acontecimiento, los proyecta en sus conferencias y comenta con ironía los titulares menos acertados. Así lo hizo recientemente en los cursos de verano de la Universidad Complutense en San Lorenzo de El Escorial. En el Roslin han llegado a recibir 2.000 consultas diarias, y Griffin mide con cuidado cada respuesta que da. Pregunta. Aunque nadie duda ya de que Dolly sea un clon, hay un cierto misterio sobre su pasado. La comunidad científica se pregunta si hay razones ocultas para no ceder a Dolly para su estudio. ¿Las hay?Respuesta. No. Una de las dificultades cuando se publica un artículo en una revista científica como Nature es que hace falta que sea muy corto. Hubo alguna confusión inicial porque no incluimos los detalles sobre de dónde procedían las células, pero la publicación de los datos adicionales del ADN sirvió de ayuda. La publicación posterior que mostraba que los telómeros [los extremos de los cromosomas] en Dolly estaban acortados fue difícil porque, como se trata de un solo animal, se preguntaron si había base suficiente para una publicación científica.
P. El envejecimiento celular de Dolly es mayor que en otras ovejas de la misma edad. ¿Podrá ocurrir lo mismo cuando se intenten clonar órganos para trasplantes?
R. El síntoma en Dolly es la longitud de los telómeros, y la oveja los ha heredado de una célula de seis años. No creemos que esto vaya a representar una diferencia en la esperanza de vida de Dolly. Pero, si estuviéramos clonando células para terapia celular, que no para trasplante de órganos, podríamos tener telómeros más cortos, dependiendo de la edad del donante de la célula o de cuánto tiempo se hayan conservado esas células en cultivo, porque mantener las células en un cultivo también acorta los telómeros. La ventaja de nuestro contacto con la Geron Corporation es que tienen la capacidad de corregir la longitud de los telómeros con la enzima telomerasa y, por tanto, amplían la duración de la vida de las células.
P. ¿Se ha podido producir un envejecimiento celular en Dolly también por otras razones, como la acumulación de mutaciones?
R. Dolly no está envejeciendo más rápidamente, simplemente ha heredado ya seis años más de vida antes de nacer. Pero la pregunta es importante porque todos nosotros estamos siempre acumulando mutaciones y sí que puede darse el caso de que, junto con unos telómeros más cortos, la oveja pueda también tener una carga acumulada de mutaciones. Éste no es un tema que pueda estudiarse fácilmente. Cuando haya más clones vivos será más fácil compararlos con animales no clonados. Se piensa, además, que las mutaciones somáticas [las ocurridas durante la vida del individuo] contribuyen a una mayor incidencia de cáncer. Potencialmente, éste es un tema de importancia y un motivo más para no clonar seres humanos.
P. El año pasado iniciaron la clonación de cerdos para usarlos como banco de órganos para personas con insuficiencias renales o cardiacas. ¿En qué fase está el proyecto?
R. Lo que tratamos es de llegar a clonar cerdos y después modificarlos genéticamente. Aunque la palabra clon en este contexto no resulta adecuada, porque lo que queremos hacer es modificar genéticamente las células de un cultivo y convertir después esas células en animales vivos. No puedo decirle hasta dónde hemos llegado, porque lo estamos haciendo con una compañía comercial. Pero puedo contarle que hay diferencias en los tratamientos que se dan a las cerdas madre para que produzcan un cierto número de óvulos. El óvulo del cerdo contiene mucha grasa y es muy difícil ver el núcleo, el ADN, por tanto, hay técnicas que quedan aún por desarrollarse sobre la micromanipulación.
P. En el Roslin están generando una tecnología que está permitiendo a otros centros crear cerdos para trasplantes. ¿Cuándo cree usted que se podrá hacer el primer trasplante?
R. Aunque nosotros no participaremos en eso, probablemente la primera aplicación sería utilizar hígados de cerdo como sistema de rescate o de ayuda fuera del cuerpo. Por ejemplo, si una chica joven toma una sobredosis y necesita inmediatamente un hígado que funcione, puede que una conexión temporal con un hígado de cerdo sea útil y permita que su hígado se recupere. Hablamos de tres o cuatro años antes de que esto pueda intentarse.
P. Parece que en los últimos años la investigación sobre clonación se ha desarrollado enormemente. ¿Adónde llegará en un par de décadas?
R. No es cierto que la clonación vaya muy rápidamente. El primer trasplante del núcleo tuvo lugar por primera vez en 1952. Lo que ocurre es que hay mucha ansiedad en dar cobertura de este tema en los medios de comunicación. Es peligroso que los medios de comunicación estén generando expectativas que los científicos no podrán cumplir o que requerirán muchos años. En cinco o diez años va a haber algunos éxitos, aunque limitados, con el xenotrasplante: el trasplante entre individuos de especies diferentes. La modificación genética de animales de granja probablemente habrá progresado hasta el punto de que podremos hacer con estos animales lo que ahora se puede hacer con los ratones. Y más terapias celulares irán surgiendo poco a poco. Ahora hay algunas para la leucemia o el trasplante de médula. Los avances médicos irán muy despacio.
P. ¿Qué será imposible en 20 o 30 años?
R. No creo que vaya a ser posible nunca crear órganos en los laboratorios. Células, sí, pero órganos, no.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.