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Argentina y Brasil se reunirán el 4 de agosto para salvar el Mercosur

Argentina y Brasil se reunirán el próximo miércoles en Montevideo para cerrar la disputa comercial que mantienen y que el martes alcanzó su peor momento al anunciar Brasil la suspensión de toda negociación bilateral con Argentina. En un ambiente de alteración, el Gobierno brasileño sugiere, por un lado, que "no hay clima" para la prevista visita del presidente argentino a Brasil, y, por otro, reconoce que Argentina sólo defiende sus intereses en el conflicto.

Las autoridades de Brasil y Argentina insisten en que desean que todas las disputas comerciales entre ambos queden enterradas en la reunión extraordinaria que se celebrará el próximo miércoles en la capital uruguaya. La reunión fue organizada y anunciada por Uruguay, que ahora ocupa la presidencia del Mercosur, a petición de Brasil y a la que también asistirá Paraguay.En este encuentro, los representantes de Brasil y Argentina expondrán sus respectivas posiciones, y si en el transcurso de 15 días no se llega a un acuerdo, serán designados tres árbitros: uno por cada país en conflicto y otro elegido por consenso. La decisión adoptada por los árbitros será inapelable. La mayoría de los analistas de ambos países sostienen que la solución será arbitral, por lo que pronostican que la tensión en el seno del bloque comercial perdurará por lo menos hasta finales de agosto.

La situación es muy difícil. Aunque sobren las declaraciones bien intencionadas, tampoco faltan las que caldean más los ánimos. A última hora del martes, en un gesto inusual en las relaciones diplomáticas, el ministro de Exteriores brasileño, Luiz Felipe Lapreia, anunció que la visita del presidente argentino, Carlos Menem, a Brasil, prevista para la próxima semana, quedaba suspendida porque, según él, "no existe el clima" para que se produzca ese evento. Por otra parte, el ministro brasileño de Integración Nacional y líder del sector industrial de su país, Fernando Bezerra, admitió ayer que con su política de restringir importaciones "Argentina sólo se está defendiendo" de los efectos de la devaluación brasileña de inicios de año. "Argentina sufrió mucho más que Brasil el impacto de la devaluación del real y ahora únicamente está procurando preservar su industria nacional", dijo Bezerra.

Cardoso toma las riendas

El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, decidió ayer tomar las riendas de las negociaciones y convocó una reunión con Lampreia, ministro que el martes anunció la suspensión de las negociaciones con Argentina, junto al ministro de Hacienda, Pedro Malan, y de Desarrollo e Industria, Clovis Carvalho, para analizar y buscar una solución a la peor crisis en la historia del Mercosur desde su creación, en marzo de 1991, con la firma del Tratado de Asunción. Desde Argentina, donde se se vive ya en precampaña por las elecciones generales que se celebrarán el 24 de octubre, la máxima voz oficial que se ha oído es la del ministro de Relaciones Exteriores, Guido Di Tella, quien aseguró que Argentina "asistirá encantada" a la reunión en Montevideo para hallar una solución al conflicto. No obstante, Di Tella estuvo poco diplomático al solicitar al Gobierno brasileño que "no caiga en ataques histéricos".El presidente Menem ha guardado un "prudente silencio", según los analistas argentinos, para no exacerbar más lo ánimos. Pero mientras los políticos tratan de suavizar el conflicto, los empresarios de ambos países, en especial los argentinos, están que trinan. La Unión Industrial Argentina volvió a criticar duramente la posición brasileña y comunicó que Argentina no debe volver atrás en su decisión, y afirmó que la reacción brasileña es "histérica e irracional".

La Confederación Nacional de Agricultura brasileña reabrió una vieja herida al insistir que los productores argentinos exportan leche en polvo a Brasil a precios muy bajos.

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