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Reportaje:

500.000 niños murieron de sida el pasado año en el mundo y 600.000 se contagiaron

Unicef advierte de que habrá 13 millones de huérfanos por la epidemia en el año 2000

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Medio millón de menores de 15 años murieron de sida en el mundo el año pasado, según el informe El Progreso de las Naciones 1999, hecho público ayer por Unicef. Otros 600.000 niños contrajeron el sida, de los cuales más de 180.000 eran bebés contagiados por la leche de su madre. En el año 2000 habrá 13 millones de huérfanos a causa de esta enfermedad. Por otra parte, cada bebé de un país subdesarrollado nace debiendo 69.000 pesetas en concepto de deuda al mundo rico. 130 millones de niños no están escolarizados y el trabajo infantil ocupa a 250 millones.

El sida y la deuda externa son las amenazas más inminentes para los niños de los países no desarrollados, señala El Progreso de las Naciones 1999. Francisco Parra, secretario del Plan Nacional contra el Sida, recalcó al presentar el informe que, aunque "los avances en países desarrollados dan la falsa impresión de que la epidemia está controlada", esto no es así, ya que dos terceras partes de los casos de la pandemia están en África, donde esa enfermedad ha matado a 11 millones de personas, de las que el 25% (2,75 millones) eran niños. Y la catástrofe va en aumento: un 64% de quienes nazcan en Botsuana en el 2000 morirán de sida antes de cumplir los cinco años.Pero el problema no son sólo los niños fallecidos o infectados: el próximo año, 13 millones de menores habrán perdido a la madre o a ambos progenitores por culpa del sida en todo el mundo. En países como la India, Suráfrica o Camboya el número de huérfanos de madre se ha multiplicado por cuatro en los últimos tres años debido a esa epidemia.

La "crisis de los huérfanos", como la califica el informe, hará que su número en Asia se triplique en el 2000. Los "huérfanos del sida" tienen que cargar con el estigma de la enfermedad. Ello hace que se les aísle y que tengan menos probabilidades de ser vacunados contra otras enfermedades y más posibilidades de padecer desnutrición, analfabetismo, abusos y explotaciones.

En Europa y EE UU, el peligro está en la infección para el grupo de jóvenes entre 15 y 19 años. España es el país de Europa occidental con mayor número de casos en este segmento de población, con 5.400 enfermos.

Sólo prevención

Lo peor es que los cócteles de medicamentos no llegan a los países subdesarrollados, que ni pueden pagarlos ni tienen infraestructura para repartirlos. Sólo pueden utilizar campañas de prevención, como la ugandesa de "fidelidad, castidad y preservativo". En Tailandia, una campaña similar consiguió aumentar en un 50% el uso de condones entre los jóvenes.La deuda externa es otra de las amenazas para el desarrollo de los niños. El dinero que los países emplean en pagarla es dinero que se sustrae a los servicios sociales básicos (programas de salud, nutrición, abastecimiento de agua potable, saneamiento y educación básica). Por ejemplo Filipinas gasta tres veces más en pagar su deuda que en atenciones primarias; Brasil gasta el doble, y Camerún, ocho dólares en deuda por cada dólar que invierte en fines sociales. El informe enumera 24 países que deben más que lo que producen en un año. El caso extremo es el de Guinea-Bissau, que debe 3,66 veces su producto nacional bruto (PNB). La media europea es de 0,15 veces. La deuda externa española es de 0,12 veces su PNB. Cada niño de un país en desarrollo tiene ya al nacer contraída una deuda con los países desarrollados de 417 dólares (69.000 pesetas), lo que no gana en un año el 20% de la población mundial, que vive con menos de un dólar al día (60.000 pesetas al año).

La solución, según Unicef, es la condonación de la deuda de los países pobres, previa condición de que sus gobiernos usen los fondos así liberados para incrementar los presupuestos de sanidad, educación y otros servicios primordiales.

Este año el informe ofrece una calificación de los países según un Índice de Riesgo de los Niños (IRN) que mide lo peligroso que puede resultar para un niño nacer en un determinado país. Para su elaboración se tienen en cuenta factores como la tasa de mortalidad infantil, el porcentaje de niños que nacen con falta de peso, la tasa de escolarización en primaria, la incidencia del sida entre la población con edades entre los 15 y los 49 años y la seguridad del país según la evaluación realizada por el Grupo Asesor de Seguridad de Unicef.

Factores del IRN

El informe señala que hay aspectos que no se han podido incluir en el IRN porque no se pueden evaluar: por ejemplo, en los países desarrollados, la soledad de los menores a la salida de la escuela mientras esperan el regreso de sus padres. Tampoco se mide el trabajo infantil, la explotación sexual y la carencia de respaldo familiar.Pese a todas estas salvedades, el IRN da una idea de dónde debería nacer un niño para tener el máximo de posibilidades de desarrollarse felizmente. La escala parte de valores menores de 5 para los países más seguros y llega al valor 100 de los países de mayor riesgo[véase gráfico].

Las cifras presentadas por Unicef no dan muchos motivos para el optimismo. Incluso la erradicación de la poliomelitis, uno de los objetivos prioritarios, se ha visto retrasada en el último año, en el que se produjeron 5.108 casos. Pese a que se ha reducido la incidencia de la enfermedad en un 86% en los últimos diez años, la directora ejecutiva de la Agencia, Carol Bellamy, señaló que los conflictos de Angola y Zaire impiden extender la vacunación, y calculó que harían falta otros 500 millones de dólares (82.500 millones de pesetas) para conseguir la erradicación de esa enfermedad.

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