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DESAPARECE EL AUTOR DE 'DON DE LA EBRIEDAD'

Poesía de las orillas del Duero

Los restos de Claudio Rodríguez serán trasladados hoy por la mañana a Zamora. Está previsto que se oficie la misa de funeral en la iglesia de San Torcuato, y posteriormente será enterrado en el cementerio municipal de San Atilano. Se cumplirá así la voluntad reiteradamente expresada por el poeta a sus amigos: "Quiero fundirme con esta tierra zamorana". Claudio Rodríguez nació en Zamora el 30 de enero de 1934, en el número 51 de la céntrica calle de Santa Clara, un número hoy desaparecido. Estudió primaria en la escuela de Los Bolos y bachillerato en el Instituto Claudio Moyano. Después se licenció en Filología Románica. Aunque sus compañeros de instituto le recuerdan por su toque de balón como futbolista, según recoge Luis García Jambrina en la biografía que reseña en su libro Hacia el canto, en 1948 escribe sus primeras composiciones poéticas, y en 1949, en el diario local El Correo de Zamora, publica su primer poema, Nana de la Virgen María.A partir de ese momento incrementa su producción poética y en 1951 empiezan a nacer los primeros versos de Don de la ebriedad. Una obra que impresiona a Vicente Aleixandre, a quien remite el manuscrito y con el que luego mantendría una estrecha e íntima amistad. Precisamente a través de Aleixandre se relacionaría con Carlos Bousoño, José Ángel Valente, Ángel González y Francisco Brines.

Más información
Don de la ebriedad (I)
Bajo el signo de Orfeo
Arriesgado y valiente
Otra dimensión
La bondad sin concesiones

Alonso y Aleixandre

Hasta 1958 no publicará su siguiente libro de poemas, Conjuros, y entremedias conoce a Blas de Otero en 1954 (con el que "frecuenta el Duero y las tabernas de la ciudad", según recoge Jambrina). Con la ayuda inicial de Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre viajó a Inglaterra.Tras Don de la ebriedad y Conjuros no publicará su siguiente libro de poemas, Alianza y condena, hasta 1965. En 1976 publicará su cuarto libro, El vuelo de la celebración, y en 1983 se edita Desde mis poemas, un libro recopilatorio de toda su obra y con el que fue galardonado con el Premio Nacional de Poesía.

Dos años después, en 1985, aparece Reflexiones sobre mi poesía, y en 1986 recibe el Premio de las Letras de Castilla y León. En 1987 fue elegido miembro de número de la Real Academia Española a propuesta de Carlos Bousoño, Emilio Lorenzo y Manuel Seco, y ocupará el sillón I, que dejó vacante Gerardo Diego.

Fue nombrado Hijo Predilecto de la Ciudad de Zamora por el Ayuntamiento (1989) y ya en 1991 publica su último libro de poemas, Casi una leyenda. Desde entonces no ha llegado a publicar más obras, aunque en 1995, con motivo de la entrega del premio de poesía creado en Zamora con su nombre, habló ya de la preparación de un nuevo libro y de una reedición, la de Alianza y condena, editada 30años antes.

En medio de múltiples homenajes y reconocimientos a su calidad literaria, el mayor reconocimiento le llegó en 1993, el 28 de mayo, cuando recibió el Premio Príncipe de Asturias de Las Letras.

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