Pintura española

La pintura española tiene una nutrida presencia en los fondos expoliados por Stalin que, en los últimos años, se están sacando a la luz a través de estudios especializados o exposiciones. El Museo Pushkin de Moscú mostró en 1995 los que supuestamente eran sus dos únicos y desconocidos cuadros de Goya: Carnaval y un retrato de la pintora Lola Jiménez. A ellos se unió también entonces un óleo de El Greco: San Juan Bautista, así como el dibujo Vestido de mujer, de Alberto Durero. Ese mismo año, el Ermitage de San Petersburgo organizó la exposición Obras maestras desconocidas, entre las que figuraba La bebedora de absenta, de Picasso, pintado en 1901 y que un día perteneció a la colección del magnate alemán Otto Krebs. En diciembre de 1996 se organizó, también en el antiguo Palacio de Invierno de la capital zarista, una exposición de obras maestras del dibujo europeo. Entre ellas había 35 de Goya, la mayoría pertenecientes al Álbum de Burdeos. Entre los tesoros devueltos por Jruschov a Alemania del Este figuraban también obras maestras de pintores españoles como Velázquez y Zurbarán.