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La astronomía española entra en el radiotelescopio internacional

España está a punto de entrar en el proyecto del nuevo radiotelescopio internacional ALMA que Europa y EEUU preparan para su instalación en Chile. El convenio de participación con el consorcio europeo, que lidera el Observatorio Europeo Austral (ESO), se firmará próximamente, informa la Oficina de Ciencia y Tecnología (OCYT), de Presidencia de Gobierno. EEUU y el grupo europeo firmaron hace poco un acuerdo de colaboración para la fase I -desarrollo y prototipos- del radiotelescopio y se espera la entrada inminente de Japón. La participación española rondaría los 60 millones de pesetas anuales durante los tres años de la fase I, aportación que podría concretarse en dinero y en equipos, según la OCYT. Después se considerá la entrada en la segunda fase -construcción-, en la que la presencia de España podría estar entre el 5% y el 10% del presupuesto total, estimado en unos 24.000 millones de pesetas. Para la fase I, EEUU pone 4.000 millones de pesetas y Europa 990 millones. ALMA empezará a funcionar en el 2005 y debe estar totalmente terminado en el 2009.

No sólo la astronomía española está interesada en entrar en el proyecto, sino que también la industria de antenas y de electrónica ha manifestado su interés. La participación española estará coordinada por la OCYT con cooperación, a nivel nacional, de toda la comunidad astronómica.

El ALMA es producto de la fusión de dos proyectos previos -el MMA del Radioobservatorio Nacional de EEUU y el LSA de ESO- planeados para el mismo lugar: el desierto de Atacama (Chile). En concreto, el nuevo radiotelescopio estará en el llano de Chañantor, a 5.000 metros de altura, donde la atmósfera es excepcionalmente transparente para las longitudes de onda milimétricas y submilimétricas del espectro electromagnético en que se quiere observar el cielo.

64 antenas

ALMA (Atacama Large Millimeter Array) será un conjunto de 64 antenas de 12 metros de diámetro cada una, dispuestas en un área de 10 kilómetros de diámetro. La combinación de las señales registradas por las antenas permitirá hacer observaciones de alta resolución y gran sensiblidad. Aunque esta técnica, llamada interferometría, se utiliza desde hace años en radioastronomía, no existe ninguna instalación como ALMA. Con este observatorio se estudiará la formación de galaxias lejanas y zonas de polvo y gas de regiones donde nacen estrellas. A través de ESO, los países miembros de la organización participan en ALMA, aunque algunas instituciones de esos países están paralelamente en el consorcio. Pero España no pertenece a ESO, por lo que su entrada en el proyecto se hace con un acuerdo específico. También el Reino Unido está en el consorcio de forma independiente, ya que no es de ESO.

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