s La mitad de las pacientes de anorexia y bulimia recala en el nuevo programa intensivo de Sanidad

VIENE DE LA PÁGINA 1 La anorexia y la bulimia se ceban especialmente con las mujeres. Entre el 0,8% y el 1% de las mujeres de hasta 30 años padece anorexia nerviosa y entre el 2 y el 4%, bulimia. La estadística refleja que por cada diez casos registrados en mujeres se presenta uno en hombres. Osakidetza calcula que en Euskadi existe una población de riesgo de 249.000 personas, todas ellas mujeres menores de 30 años. La población atendida desde julio del año pasado hasta el momento afectada por anorexia o bulimia asciende a 1.200 personas. El Servicio Vasco de Salud organiza la atención a estas enfermedades en cuatro niveles. El primero corresponde a la atención primaria, que se encarga de detectar la patología y de seguir los casos leves. El segundo nivel es el de los centros de salud mental, que ofrecen una atención especializada en un primer momento, instauran la pauta de tratamiento adecuada y realizan el seguimiento. La mayoría de las pacientes, cuando establecen la primera consulta psiquiátrica, ya llevan varios meses de evolución de la enfermedad (Osakidetza calcula una media de 19). Si las enfermas no experimentan mejoras en el periodo de seis meses con el tratamiento en el nivel dos, pasan al tercer peldaño: el programa intensivo. Ésta es la novedad que puso en marcha Osakidetza en el mes de julio del año pasado. El programa permite una atención personalizada, ya que hace girar todo en torno al paciente. Nace para satisfacer las necesidades de un grupo de población que precisa de un tratamiento más constante e intenso que el que se ofrece desde los centros de salud mental, pero que no requiere de un ingreso psiquiátrico hospitalario. Casi la mitad de las pacientes atendidas desde julio del año pasado por trastornos de la alimentación recalaron en este programa intensivo: 512 de 1.200. Estas 512 enfermas, todas menosres de 14 años, han generado un total de 12.500 consultas psiquiátricas individuales (24 por paciente) y 2.900 consultas familiares. Un total de 91 de las pacientes tuvieron que ingresar en el hospital en los servicios de Pediatría, Endocrinología o Psiquiatría. Como indicadores de calidad, el responsable de Salud Mental resaltó la inexistencia de listas de espera y que no se haya producido ninguna muerte. Los abandonos han sido 21 y se ha recibido una reclamación en los Servicios de Atención al Paciente y Usuario. Este programa es desarrollado por ocho equipos específicos distribuidos en hospitales y centros de salud mental. Así, en Vizcaya hay cuatro: en los centros de salud mental de Santurtzi y Uribe-Kosta, y en los hospitales de Basurto y de Galdakao. En Guipúzcoa, los equipos se reparten entre los centros de salud mental de Eibar, San Sebastián-Gros y de Rentería. Mientras, el Hospital de Santiago es el encargado del plan en Álava. Este planteamiento en la forma de tratar los trastornos de conducta alimentaria ha merecido una distinción en el último congreso nacional de calidad asistencial. En el resto de España no se da un trabajo de coordinación entre los diferentes niveles tan intenso. "Lo que hay que ofrecer a las personas que padecen anorexia o bulimia es una continuidad en los cuidados", señaló Iruin. El cuarto y último nivel del tratamiento corresponde a los servicios hospitalarios de Psiquiatría, Endocrinología o Pediatría. Pese a que se trata de enfermedades psiquiátricas muchas veces se dan complicaciones orgánicas de otro tipo. Al hospital llegan los casos en los que exista una pérdida de peso superior al 30% del considerado normal para la edad de la paciente, o un deterioro físico o psíquico que haga inviable un tratamiento ambulatorio, o no se obtengan mejorías en los peldaños anteriores de atención.