Los países Amigos de Kosovo se plantean acuñar una moneda propia para la provincia

Los 16 países del Grupo de Amigos de Kosovo discutieron ayer en Nueva York los nombres de los integrantes y los contenidos de la Misión de Naciones Unidas para la Administración Interina de Kosovo (UNMIK). En los debates surgió, según fuentes diplomáticas europeas, un asunto potencialmente explosivo: la posibilidad de crear una moneda única para Kosovo, distinta, por supuesto, a la del resto de Yugoslavia. Este proyecto trataría de evitar, según las citadas fuentes, que, de uno u otro modo, el dinero destinado a la reconstrucción de Kosovo sea controlado por Belgrado.

A la hora de hablar del dinero que se necesita para sacar a Kosovo del estado de destrucción en que se encuentra, los participantes en la reunión del Grupo de Amigos creado por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, reflejaron su preocupación por el destino final de ese dinero. La reconstrucción va a requerir inversiones multimillonarias en una provincia cuya economía ha estado controlada siempre por los serbios, y, particularmente, por los vinculados al presidente Slobodan Milosevic. Varios países expusieron en la reunión de ayer su temor de que Milosevic se aproveche de esas inversiones. Para evitar eso surgió la idea de una moneda para Kosovo. Esa decisión, no obstante, supondría un espaldarazo al proceso de independencia de la provincia yugoslava, algo que Belgrado considera resuelto en su favor en los acuerdos de paz firmados con la OTAN.

La parte económica de la reconstrucción es polémica, pero también hay problemas con la designación de la persona que estará al frente de la UNMIK. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, necesitará algunos días más para nombrar a su representante ya que los países del Grupo de Amigos -los del G-8, más China, España, Austria, Holanda, Dinamarca, Suecia, Grecia y Turquía, por el momento- no consiguieron ponerse ayer de acuerdo en el nombre de la persona adecuada. Los que se consideran oficialmente son los de la comisaria europea, Emma Bonino; el político liberal inglés Paddy Ashdown; el secretario de Estado de Sanidad de Fancia, Bernard Kouchner, y el ministro holandés de Medio Ambiente, Jan Pronk. En las últimas horas había cobrado fuerza la candidatura del ex primer ministro sueco Carl Bildt, que ya ha actuado como enviado especial de Annan en Kosovo.

UNMIK contará con un contingente de 3.110 policías e instructores, de los que los países del Grupo han comprometido ya alrededor de 1.800 y que tardarán en desplegarse varias semanas. España aportará el 100% de lo solicitado: una unidad especial de 110 guardias civiles y 50 monitores de la policía y la guardia civil y equipos forenses para colaborar con el Tribunal Penal Internacional. El ministro español de Exteriores, Abel Matutes, subrayó la urgencia del despliegue policial para controlar las venganzas étnicas y la incursión de bandas de delincuentes que atacan las casas de los serbios. La fuerza internacional de pacificación (Kfor) trata de cubrir el papel policial "con su mejor voluntad, pero no consigue dominar la situación", según Matutes.