Los trabajadores temporales se accidentan el doble que los fijos en las empresas valencianas
La temporalidad es un factor de riesgo para la salud de los trabajadores eventuales, que sufren el doble de accidentes que los fijos. "Hemos demostrado empíricamente lo que ya intuíamos hace tiempo", declaró ayer uno de los autores del estudio Temporalidad y siniestralidad laboral en la Comunidad Valenciana, "y es que las condiciones de trabajo las marca el tipo de contrato". En 1995 y 1996, años objeto del estudio, se registraron un total de 160.000 siniestros laborales con baja. Casi la cuarta parte de los afectados son mayores de 25 años y cerca de la mitad tiene menos de un año de antigüedad.
En los centros de trabajo valencianos se registraron una media de 80.000 accidentes anuales durante los dos años que abarca el estudio elaborado por el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS), de CC OO, a instancias de la Mutua Valenciana de Levante. La mayoría de siniestros fueron leves y se produjeron dentro de la empresa, sin embargo, los mortales, 232 casos, ocurrieron en el exterior y sobre todo durante los desplazamientos en vehículo. La siniestralidad se cebó en las empresas de entre 10 y 50 trabajadores y la principal causa fue la interacción del trabajador con las máquinas e instrumentos de producción. Esguinces, contusiones, lumbalgias, fraturas y cuerpos extraños en ojos representan el 90% de las lesiones. El periodo medio de baja de los accidentados se situó entre más de una semana y menos de un mes. El riesgo de accidentes varía dependiendo del sexo del trabajador. La probabilidad de accidente es tres veces superior entre los hombres que entre las mujeres -hay menos mujeres que hombres asalariados en la Comunidad-. Por edades, casi tres cuartas partes del total de accidentes los sufren adultos de entre 25 y 54 años. En los trabajos no cualificados, las mujeres se accidentan más que los varones. Mientras los hombres ingresan en los hospitales por contacto con la maquinaria y el desplome de objetos, las mujeres se accidentan más por caídas, atropellos de vehículos y sobreesfuerzos. El tipo de lesiones son también diferentes: esguinces entre las mujeres y heridas, lumbalgias y fracturas, entre los hombres. La construcción y la agricultura son los sectores de mayor riesgo. 168 de cada 1.000 trabajadores de la construcción se accidentaron, según los datos recogidos en 1995 y 1996. En números absolutos, el sector de los servicios es el que registra una mayor cifra de siniestros, dado que emplea a más del 60% de la población activa valenciana. "La probabilidad de que un trabajador temporal se accidente es del doble o más que el fijo", explicó ayer el director del Servicio de Prevención de la Mutua de Levante, César Poveda. El estudio demuestra con generosidad de datos la relación entre precariedad y siniestralidad laboral. El hecho resulta especialmente dramático en la Comunidad, donde el índice de temporalidad durante 1995 y 1996 era del 43%, muy por encima de la media española. Aunque la última cifra disponible rebaja la precariedad al 33% -los sindicatos lo atribuyen al acuerdo de estabilidad en el empleo suscrito en 1996 con el Gobierno-. Un 60% de los empleados temporales accidentados tiene menos de seis meses de antigüedad en la empresa. "Además este tipo de empleados suelen encargarse de las tareas más penosas y reciben formación de peor calidad que el resto", añadió Pere Boix, responsable del ISTAS. Otros estudios europeos han llegado a las mismas conclusiones que el presentado ayer en Valencia. "Existe una falta de control del trabajador sobre su entorno y, además, el nivel de salud mental es peor entre los temporales que en los fijos". Fernando Rodrigo, secretario de Salud Laboral y Medio Ambiente de CC OO-PV, atribuye estas cifras al cambio de los sistemas de producción. "La temporalidad es un fenómeno nuevo. De hecho, hasta 1984 este índice apenas superaba el 11% del total de contratos. A partir de 1985 se generaliza y hoy se sitúa en el 33%", agregó Rodrigo. Deterioro laboral El dirigente sindical insistió en que la descentralización y la externalización de servicios por parte de las empresas, sobre todo de las grandes, son también responsables del deterioro de la salud laboral. "Grandes empresas como Ford o BP Oil", indicó Rodrigo, "han reducido drásticamente su tasa de siniestralidad porque han externalizado o subcontratado gran parte de su producción o servicios". Los empleos gestionados por las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) también deberían ser objeto de estudio, según Rodrigo, dado que tramitan cerca de un millón de contratos en España. El portavoz de la Mutua Valenciana de Levante añadió que la intención del estudio es "mejorar nuestra actuación preventiva. Tenemos una ley de Prevención de Riesgos Laborales desde febrero de 1996 y es primordial aplicarla con rigurosidad. Estudios como éste sirven para orientar esa labor preventiva". Poveda destacó la falta de estudios sobre el problema. "No abundan las investigaciones y, en todo caso, suelen tratarse de estudios descriptivos en función de variables socialdemográficas y laborales", concluyó el director del Servicio de Prevención de la Mutua.
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